Iremos juntos a Belén

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Los villancicos se cantaban en las tierras checas desde el Adviento hasta la Candelaria. El inicio del Adviento lo recordaremos en esta edición de "Lunes Musicales", en la que les familiarizaremos con algunos de los villancicos checos más conocidos.

En los villancicos checos se cantaba sobre el nacimiento del Niño Jesús, sobre el camino a Belén y los obsequios, los cantantes deseaban salud, daban las gracias por el aguinaldo que recibían, y eventualmente amenazaban en caso de no obtener nada.

El villancico "Iremos juntos a Belén", que invita a diferentes músicos a ir a tocar al recién nacido Niño Jesús, surgió en el siglo XVI. De esa misma época procede otro popular villancico checo, "Les traemos noticias".

Hace más de medio milenio el monje Jan de Holesov confeccionó en el Monasterio de Brevnov, de Praga, el manuscrito "Nochebuena", en el que recogió las costumbres navideñas de nuestros antepasados. No se le olvidó describir una canción navideña de aquella época: Vele, vele, stojí dubec uprostred dvora (Miren, hay un roble en medio del patio), considerada hoy como el villancico checo más antiguo.

Un poco más joven es el villancico "Nació el Señor Cristo", no obstante, sus orígenes se remontan al siglo XIII. Nació de la canción religiosa latina "Ave hierarchie celestis" (Sean saludados, príncipes celestiales).

Los villancicos formaban originalmente parte de una misa, así como de canciones y obras teatrales medievales profanas. El rey Carlos IV fundó los coros de capilla, integrados por estudiantes. Sus voces instruidas podían escucharse durante toda la época navideña tanto en iglesias como en mercados y tabernas. Los estudiantes siempre pasaban hambre, con lo cual, la costumbre de pedir el aguinaldo cantando villancicos representaba una significativa fuente de ingresos.

El villancico titulado "Queriendo que duerma", es una versión popularizada de la canción barroca que en el siglo XVII compuso el compositor checo Adam Michna de Otradovice.

A lo largo del siglo XVIII nacieron las pastorelas checas, a saber, canciones navideñas acompañadas por instrumentos musicales. Más comúnmente se trataba del arpa, el violín, el clarinete o la flauta. Los villancicos fueron divulgados por maestros de escuela de la ciudad, así como del campo. En los tiempos antiguos el maestro se designaba en checo con la palabra "kantor", procedente del latín "cantare" - "cantar". El maestro debía saber cantar y dirigir el coro de capilla, capacidades calificadas en esa época como más importantes que los conocimientos de matemáticas o de ortografía. "Kantor" era asimismo la profesión del autor de la "Misa navideña checa", Jakub Jan Ryba.

En Valaquia, al este del país, los niños iban en Nochebuena al Nacimiento instalado en la iglesia y le llevaban al Niño Jesús los más diversos regalos: nueces, manzanas, ciruelas pasas y queso de oveja. Tampoco podía faltar una bonita canción navideña, como, por ejemplo, la siguiente que relata cómo el ángel anunció el nacimiento del Niño Jesús a los valacos que pastaban sus ovejas cerca de la majada de Belén.


Villancicos checos cantados por el coro de Radio Praga pueden Uds. escuchar aquí.

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