Investigación de venta de camiones militares a Corea del Norte
La República Checa vendió material militar a países calificados como peligrosos. Las transacciones comerciales centraron pronto la atención de órganos policiales y de justicia del país.
Más de 250 camiones militares checos marca Tatra, procedentes de la República Checa, fueron vendidos entre 1993 y 1997 a China y a Corea del Norte. La venta de los camiones militares checos se realizaba por medio de la compañía comercial KAMO de la ciudad de Ceské Budejovice. Se trató de camiones que habían sido descartados de los depósitos del ejército checoslovaco, pero que posteriormente, la policía y el tribunal de Ceské Budejovice caracterizaron como "importante material militar".
La meta oficial de los envíos fue la zona libre entre China y Corea del Norte, pero las investigaciones de los órganos policiales checos revelaron que los camiones militares fueron adquiridos en realidad por varias empresas de Corea del Norte, país considerado por la comunidad internacional como peligroso.
La dudosa venta de los camiones militares checos a Corea del Norte, es una de las pocas transacciones de ese tipo que se logró investigar y cuyos principales protagonistas han sido llevados a juicio en la República Checa. El ex-agente de la compañía KAMO, el ciudadano ruso Alexander Kaliandra, fue condenado a 18 meses de prisión por haber violado las normas de la República Checa relativas a la venta de material militar al exterior.
Los observadores locales centran su atención en que en la compañía KAMO de Ceské Budejovice se había desempeñado un gran número de ciudadanos de Rusia y Ucrania, países que, según datos de la ONU, se dedican activamente al comercio de armas. De curioso califican también el hecho de que en la transacción figure el actual diputado por el Partido Comunista, Vojtech Filip, quien a principios de los años noventa había trabajado como abogado de la compañía KAMO. Filip, no obstante, rechaza cualquier tipo de culpabilidad,
insistiendo en que las transacciones comerciales con las que entró en contacto, se habían realizado siempre en base a una licencia oficial.