Horazdovice: ciudad natal del farmacéutico del emperador mexicano Maxmiliano
Esta vez partiremos rumbo a Bohemia sudoccidental donde se encuentra la ciudad de Horazdovice. La ciudad tiene una rica historia que se remonta hasta la época de los celtas. Fue conocida también por el cultivo de ostras perlíferas. Pero Horazdovice tiene también un estrecho vínculo con el mundo hispanohablante, concretamente con México. Es la ciudad natal del barón Francisco Kaska, el farmacéutico personal del emperador Maxmiliano.
"Sus orígenes están vinculadas con los Bavorové, estirpe que poseía vastos feudos precisamente en el sudoeste de Bohemia. Ellos levantaron la fortificación y la Iglesia de San Pedro y San Pablo que hasta hoy domina la plaza central. Gracias a los Bavorové, Horazdovice recibió el estatuto de ciudad en 1292".
Hana Smetanová apunta que desde entonces la ciudad tiene un escudo que no ha sido modificado hasta la actualidad.
"Son dos torres que están sobre la roca. Y de veras, el antiguo castillo gótico con dos altas torres se elevaba originalmente sobre la roca. En el escudo hay además una flecha con una estrella de oro, insignias de los Bavorové".
"Los celtas llegaron al sur de Bohemia en los primeros siglos de nuestra era. Se asentaron en las orillas del aurífero río Otava. Hasta hoy se han conservado sus lavaderos y también, en las cercanías de Horazdovice, un par de los túmulos celtas que atraen mucho la atención de los visitantes. En junio abriremos una nueva exposición en nuestro Museo que documentará la población celta y en la que se podrán ver varios vasos y destrales hallados precisamente en los túmulos".
¿De dónde proviene el nombre de la ciudad, Horazdovice?
"Del castillo de Práchen no quedó mucho, pero se ha conservado la Iglesia de San Clemente. Y las fuentes históricas indican que tanto el castillo como la Iglesia fueron fundados por San Gorazd. Él fue uno de los discípulos de San Metodio, un culto bizantino que junto con su hermano, San Cirilo, fomentaron el cristianismo en el primer Estado formado por eslavos occidentales, en la Gran Moravia. Eso fue en el siglo noveno. San Metodio y sus discípulos al final fueron expulsados de la Gran Moravia y parte de ellos se refugió en Bohemia".
Hana Smetanová indica que dondequiera que se asentaron en Bohemia los discípulos de San Metodio, fundaron la Iglesia de San Clemente. La del castillo de Práchen es la novena y, en honor de su fundador, San Gorazd, la ciudad recibe su nombre Gorazdejovice, en checo antiguo, o sea Horazdovice. Así, la ciudad puede enorgullecerse de que es una de las pocas ciudades checas que tiene su onomástico. El día de San Gorazd se festeja a finales de julio.
"Entre los propietarios quisiera mencionar a los Sternberkové, que vinieron a Horazdovice tras la Batalla de la Montaña Blanca, en 1620, en la que los Estamentos protestantes checos fueron derrotados por el campo católico liderado por la Casa de Austria. Los Sternberkové tienen el mayor mérito por el gran auge del que gozó la ciudad. Reconstruyeron el castillo en estilo renacentista y gracias a ellos empezaron a desarrollarse los gremios y el comercio".
El último propietario fue una rama de los Kinstí. Sus bienes les fueron confiscados en 1945 a raíz de los Decretos de Benes y los Kinstí tuvieron que abandonar la ciudad. Hana Smetanová recuerda que aunque los Kinstí fueron de la nacionalidad alemana, no simpatizaron con los nazis, y que incluso el último propietario logró liberar a varios checos encarcelados por la Gestapo.
"Los judíos vivieron aquí desde finales del siglo XV y a lo largo de su presencia en la ciudad recibieron un trato muy diferente de parte de la municipalidad. Los períodos de mayor persecución se alternaban con los de relativa libertad y tranquilidad durante los que judíos pudieron dedicarse sin restricciones al mercado. Durante la Segunda Guerra Mundial fallecieron casi todos en los campos de concentración. El gueto fue demolido, y tan sólo la sinagoga se conservó hasta los años ochenta".
El visitante puede familiarizarse más con la comunidad judía de Horazdovice en el Museo Municipal.
"Nacido en 1834, a sus treinta años fue nombrado farmacéutico personal del emperador mexicano Maxmiliano, conocido por su afición hacia las ciencias naturales. Junto con Maxmiliano, Frantisek Kaska participó en la campaña imperial en México y llegó a ser el portador de la Orden de Santa María de Guadalupe. No se sabe exactamente si Kaska fue detenido con el emperador durante el cerco de la ciudad de Querétaro, pero de todas formas logró salvar gran parte de la propiedad privada de Maxmiliano ante las tropas republicanas".
Pese a ser un convencido partidario de la monarquía, el barón Kaska permaneció en México incluso tras la ejecución del emperador Maxmiliano. Su labor científica fue reconocida por numerosos premios internacionales.
Pero Frantisek Kaska destacó también en la diplomacia siendo respetado por el presidente Díaz. Sus esfuerzos por reconciliar Austria y el nuevo gobierno republicano en México fueron coronados con éxito cuando ambos países reanudaron sus relaciones diplomáticas.
