¡Hola! ¿Cómo estás?
Esta vez conversamos con el maestro de idiomas mexicano, Rodrigo Esperón, que vive desde hace nueve meses en la República Checa.
¿A qué se dedica?
"Soy profesor de inglés y español".
¿Cómo le va con el idioma checo?
"Es difícil para hablarlo. Hago todo mi esfuerzo para entender y para hablar, pero es difícil. Pero creo que si me dedico seriamente a estudiarlo no será ningún problema".
¿Tiene amigos checos?
"Sí, tengo un par de amigos checos, pero el idioma representa una gran barrera. Por eso también la urgencia de aprender a hablar checo".
¿Cómo se acostumbró a la cocina checa?
"Fue un poco difícil. En México estamos acostumbrados a mucho condimento. Y llegas a otro lugar y el sabor es totalmente diferente. Al principio fue un proceso doloroso, pero ahora estoy francamente muy a gusto con la comida checa".
¿Qué tal le parece la República Checa?
"Es otro mundo. Es muy diferente a lo que yo conozco. Los pueblos son pequeñitos, tranquilos y pintorescos. Todo está lleno de árboles frutales. Todo es muy tranquilo".
¿Y en Praga?
"Depende donde vives. Si vives en una calle por la que pasan tranvías es horroroso, pero te acostumbras. No es el mismo ruido de una ciudad grande. De cierta forma lo siento más tranquilo. Acostumbrado a la Ciudad de México, que es un bellísimo monstruo, Praga es lo mismo que vivir en provincia".