Grupos radicales se manifestarán en distintos puntos de Praga

En vísperas de la fiesta del Primero de Mayo diversos movimientos radicales hacen sus planes para los festejos, reservándose para este fin distintos lugares de Praga. Al igual que en años anteriores estos grupos desataron una verdadera lucha por lugares "estratégicos" de la capital checa. La batalla fue perdida este año por la organización antifascista, mientras que los radicales derechistas y los anarquistas cantaron victoria.

Resulta bastante paradójico que los miembros del ultraderechista Bloque Nacional Social se reunirán este año la Plaza de la Paz. Más paradójico resulta aún que los primeros que presentaron la solicitud de reservarse ese lugar fueron los antifascistas. Pero debido a que planearon una marcha hacia el Puente de las Legiones, donde va a realizarse una reunión estudiantil, la alcaldía no les otorgó el respectivo permiso argumentando que es necesario prevenir eventuales enfrentamientos. La queja judicial de los antifascistas fue rechazada por el Tribunal Municipal. Entretanto, la Alcaldía aprobó sin vacilación alguna la solicitud de los radicales ultraderechistas de reunirse en la Plaza de la Paz.

Puesto que todo parece indicar que los antifascistas no tendrán este año un lugar reservado para su reunión, sin lugar a dudas aprovecharán la oferta de los anarquistas para participar en sus reuniones, a celebrarse en las Plazas de Palacký y de Tyl.

Los miembros de los grupos extremistas y anarquistas no planean enfrentamientos mutuos, a la vez que no los excluyen. Los líderes de ambos grupos dieron a conocer que no planean atacar a nadie, sin embargo, están preparados para defenderse si es necesario. La policía capitalina cuenta con eventuales disturbios callejeros, proponiéndose como meta primordial la separación de los grupos derechistas e izquierdistas. Y con razón, puesto que la brutalidad de los grupos de ultraderecha es más que conocida, asegura la policía.

El organizador principal de las manifestaciones y conciertos en pro del movimiento fascista es el denominado Resistencia Nacional Praga que forma el núcleo más radical del movimiento extremista checo. Sus miembros son autores de ataques contra ciudadanos extranjeros y también contra la etnia gitana. Sin embargo, las estadísticas oficiales no ofrecen una imagen real de un verdadero terror callejero desatado por miembros de este grupo. Según informes entregados por la policía, en ocasiones excepcionales se llega a tribunales judiciales, puesto que la mayoría de los atacados teme anunciar a la policía lo sucedido aterrorizados por una eventual venganza.