Gross quiere unir las elecciones parlamentarias con el referéndum sobre la Constitución Europea

Stanislav Gross (Foto: CTK)

El primer ministro checo, Stanislav Gross, propone realizar el referéndum sobre la Constitución Europea junto con las elecciones a la Cámara Baja en junio de 2006.

Stanislav Gross  (Foto: CTK)
"Esta medida supone aumentar la responsabilidad de los partidos políticos y evitar que abusen de la problemática europea para su propia propaganda", así defendió su propuesta el primer ministro socialdemócrata en la reunión de los embajadores checos, efectuada este lunes.

Pero, según analistas políticos, precisamente este proyecto podría ser una ventaja en los comicios parlamentarios para el Partido Socialdemócrata, considerado como el mayor eurooptimista. El jefe del Gobierno, con su propuesta, puede conseguir varios objetivos: asegurar una elevada participación en el referéndum, ya que los votantes acuden a las urnas en mayor medida precisamente en los comicios a la Cámara Baja. El Partido Socialdemócrata podría reducir a la vez el riesgo de fracasar por segunda vez respecto a la Unión Europea; recordemos que debido a la derrota de ese partido en las euroelecciones, dimitió hace poco el Gabinete de Vladimír Spidla. Si el referéndum se realizara, por ejemplo, en 2005 y los checos rechazaran la Constitución Europea, este hecho se reflejaría negativamente para la Socialdemocracia en los comicios parlamentarios del año siguiente.

Foto: Comisión Europea
Por su parte, el opositor Partido Cívico Democrático rechaza la propuesta de Gross, alegando que el proyecto intenta unir dos asuntos de diferente formato en un sólo procedimiento. Por un lado, los conservadores rehusan el actual texto de la Carta Magna Europea, y por otro, señalan que en caso de que los checos digan no al documento en junio de 2006, los políticos tendrían poco tiempo para las negociaciones, ya que la Constitución Europea debe ser aprobada antes de octubre de ese año.

La mayoría de los miembros de la UE convocarán el referéndum sobre la Carta Magna Europea en 2005, y algunos países ni siquiera utilizarán el plebiscito para aceptar el documento.