Nuestro antiguo mariscal imperial-real (1930)
En 1930 triunfó en Checoslovaquia una pieza de opereta. ¿Será el éxito del siglo?
■ La población mundial superó el número de dos mil millones de personas.
■ En la Plaza Venceslao de Praga comenzó a funcionar el primer semáforo controlado automáticamente.
■ En Uruguay se jugó el primer Mundial de fútbol de la historia. Ganó el equipo anfitrión.
Durante los años veinte del siglo pasado, la opereta dependía de los espectáculos en directo en teatros profesionales, o compañías teatrales ambulantes, muchas veces la difundían actores aficionados entusiasmados y aplicados.
Pero en los años treinta la opereta pudo contar con socios nuevos e inesperados: la radiodifusión y el cine sonoro.
De esta alianza se benefició en gran medida la opereta, muy popular entonces en Checoslovaquia. Pronto se puso en evidencia que lo que era prometedor en el escenario, resultaba atractivo también para el filme y los programas radiofónicos.
Y viceversa, naturalmente. En los cines fue proyectada la primera comedia sonora checa. Se trató originalmente de un filme sobre el doble de un alto oficial del Ejército Austríaco.
En la película brilló tanto uno de los cómicos checos más renombrados, Vlasta Burian, como una canción popular hasta la fecha del compositor Jára Beneš titulada ‘Nuestro antiguo mariscal imperial-real’ (Náš starý c. k. polní maršálek).La canción era tan famosa que impulsó la creación de una opereta del mismo nombre sobre el oficial.
Conmemoremos la melodía de marcha principal interpretada por Vlasta Burian, acompañado en la grabación antigua del año 1930 por dos pianistas.