Elecciones 2002
El presidente checo, Václav Havel, recibió a los líderes de los partidos que integrarán la nueva Cámara de diputados. El encuentro tuvo como propósito felicitar a las agrupaciones por los resultados alcanzados y tratar de conocer cuáles son las eventuales combinaciones para la formación del nuevo gobierno. El presidente Havel debería pedir al líder de la agrupación vencedora la formación del nuevo gobierno, o sea a Vladimir Spidla de la socialdemocracia.
"El objetivo de estos encuentros fue más bien escuchar. Pero todo parece indicar que los socialdemócratas prefieren un gobierno mayoritario. Desde el punto de vista sistemático y tomando en cuenta la correlación de fuerzas existente, estimo que se trata de la mejor opción", explicó Havel.
Consultado sobre el por qué no invitó al líder comunista, Miroslav Grebenicek, a la reunión, el mandatario respondio que la única razón había sido que nadie cuenta con dicho partido para la formación del nuevo gobierno. Si bien se trató de un encuentro de consulta, el presidente del Partido Cívico Democrático, Václav Klaus, adelantó que estudiaba la posibilidad de reforzar las filas de la oposición.
Václav Havel dijo a los medios de comunicación que pedirá la formación del nuevo gobierno después de que la Comisión Electoral de a conocer los resultados oficiales definitivos.
Los ciudadanos checos votaron por la izquierda, ese fue el voto de castigo contra la incompetencia de la derecha. La gubernamental socialdemocracia obtuvo el 30,2 por ciento de los votos y los comunistas sorprendieron con el 18,5 por ciento, lo que en conjunto les depararía 111 escaños en la Cámara de diputados, mientras que la derecha dispondría en su conjunto con tan sólo 89 escaños.
No obstante, las cosas no son tan sencillas, porque la socialdemocracia adelantó que no formará coalición con los comunistas y que no intergraría el gobierno con el Partido Cívico Democrático, que logró el 24,5 por ciento de los votos, con el que mantiene relaciones de amor-odio.
Así que la aritmética política elemental nos indica - a menos de que surja algo imprevisto- que la Socialdemocracia formará gobierno con la "Coalición" integrada por el democristiano Partido Popular y la Unión de la Libertad, que consiguió el cuarto lugar con el 14,3 por ciento de los votos, dando paso a un Gobierno de centro-izquierda.
Pasamos ahora a la información en detalle: La Socialdemocracia repitió su victoria electoral de los comicios parlamentarios de 1998. Este triunfo tan holgado le concede 70 escaños en el nuevo Parlamento. Mientras que su gran rival, el Partido Cívico Democrático dispondrá de 58 escaños.
La gran sorpresa de los comicios fueron los comunistas que dispondrán de 41 escaños en la Cámara de diputados, tan sólo 17 menos que el Partido Cívico Democrático.
El trago amargo correspondió a la "Coalición" formada por el democristiano Pratido Popular y la Unión de la Libertad con 31 escaños, o sea 10 menos que los comunistas. Los demás partidos no lograron el cinco por ciento de votos indispensables para integrar el nuevo Parlamento.
El ausentismo en las elecciones legislativas checas de 2002 fue mayor de lo previsto. Según la Oficina de Estadísticas checa, a las urnas se presentó el 58 por ciento de los electores.
En declaraciones para la Redacción Iberoamericana el politólogo Jiri Pehe hizo una evaluación de lo ocurrido y trató de pronosticar el desarrollo de la situación tras las elecciones.
"Los comicios legislativos representaron una gran victoria para los socialdemócratas. Vladimír Spidla tiene una posición muy holgada ya que puede elegir entre varios socios para formar una coalición. Las elecciones representaron también un gran triunfo para los comunistas, aunque sería más preciso decir que fueron una gran derrota para el Partido Cívico Democrático que quedó prácticamente fuera de juego.En cuanto al desarrollo del escenario político checo, considero que los socialdemócratas tratarán de formar gobierno con la "Coalición". Se trataría de una unión más natural y lógica porque esos partidos tienen programas muy similares.
En lo referente al Partido Cívico Democrático - su líder, Václav Klaus rechazó categóricamente la creación de una coalición con los socialdemócratas, hecho que no le favorece y disminuye sus posibilidades para ser elegido Presidente de la República. Y puesto que Klaus es euroescéptico, opino que su partido mostraría poco a poco un rostro abiertamente antieuropeo."
El vicepresidente del Partido Socialdemócrata, Stanislav Gross, confirmó las palabras del líder Vladimir Spidla de que su formación no formará coalición con los comunistas.
"Naturalmente que vale al ciento por ciento que para la Socialdemocracia es impensable una coalición con los comunistas y naturalmente vale también que no se puede formar un Gobierno que se encuentre bajo cierto dictado del Partido Comunista. Quisiera decir también que, lamentablemente, los ciudadanos que no han participado en las elecciones entregaron así su voto al Partido Comunista de Bohemia y Moravia y estoy seguro de que ese no fue su deseo".
Tomando en cuenta que los comunistas confirmaron que son la tercera fuerza política del país y que en estas elecciones subieron siete puntos en comparación con las de 1998, el líder comunista Miroslav Grebenicek reaccionó enérgicamente a las declaraciones de los socialdemócratas.
"Las categóricas declaraciones de la Socialdemocracia las tomamos en cuenta. Será la Socialdemocracia la que después tendrá que enfrentarse a los electores, y asumir toda responsabilidad en caso de que no cumpla los deseos de éstos. Y a lo mejor el milagro de que la Socialdemocracia haya vuelto a ganar las elecciones no vuelva a repetirse", sostuvo el líder comunista, al tiempo que agregó que su formación no apoyará a la eventual coalición Socialdemocracia-Partido Cívico Democrático ni Socialdemocracia-Coalición.
El derrotado Partido Cívico Democrático se mantiene más bien a la espera, porque a diferencia de los comicios de 1998, la socialdemocracia dispone de otros socios para llegar a acuerdos. El vicepresidente del Partido Cívico Democrático, Petr Necas, trató de resumir la situación de su partido."Es evidente que para el Partido Cívico Democrático estas elecciones no se vieron coronadas por el éxito. El partido no ganó los comicios, o sea que en estos momentos le toca al ganador, a la Socialdemocracia, formar un nuevo Gobierno. Este lunes se reunirá el Comité Ejecutivo del Partido Cívico Democrático para determinar los pasos a seguir. Personalmente considero que la baja participación en los comicios afectó sobremanera a todos los partidos de derecha checos".
La correlación de fuerzas en el escenario político checo produce situaciones bastante complejas. Si bien es cierto que los comicios los ganó la Socialdemocracia, ésta necesita de un aliado para poder gobernar. Ivana: La otra agrupación de izquierda son los comunistas y todo parece indicar que no será el socio donde la gobernante socialdemocracia tocará la puerta para integrar un gobierno de coalición.
Pero la suerte podría tocar a los grandes perdedores de estos comicios, o sea, a la "Coalición" integrada por los democristianos y por la Unión de la Libertad, que a pesar de derrotados por los comunistas podrían formar gobierno con la Socialdemocracia.
Por su parte, la presidenta de la Unión de la Libertad, Hana Marvanová, reconoció la derrota y advirtió ante el peligroso crecimiento de los comunistas."Se trata de un gran fracaso. Ahora nuestro deber es analizar a fondo las causas del fracaso. Personalmente considero que la causa principal es la descomposición de la formación política, la "Coalición de los Cuatro". Quisiera destacar que los resultados de las elecciones son una gran lección para todas las fuerzas democráticas del país. Federico: En los próximas días todas las negociaciones girarán en torno a la formación del nuevo Gobierno checo.