El pueblo checo conmemora su levantamiento contra la ocupación nazi
El pueblo checo conmemora este viernes el 72 aniversario del Levantamiento de Praga contra los ocupantes nazis a finales de la II Guerra Mundial. La sublevación, que se cobró un total de ocho mil víctimas humanas, aceleró en varios días la capitulación alemana.
Con esas palabras la radio llamaba a los compatriotas a ayudar a defender uno de los puntos estratégicos de la metrópoli checa en una de las batallas más sangrientas del Levantamiento de Praga, que estalló el 5 de mayo en la madrugada.
La capital se sumó así a la sublevación del pueblo checo, surgida unos días antes en varias regiones del país, en la que cayó un total de 12.000 personas, según recordó el historiador Tomáš Jakl.
“Se puede decir que el levantamiento redujo la duración de la II Guerra Mundial en una semana o hasta diez días”, subraya Jakl.
“El Levantamiento de Praga fue la batalla más grande de la sublevación checa. Tanto los alemanes como el Estado Mayor soviético contaban con una lucha de al menos 15 días en las tierras checas, que al final no se produjeron”, indicó.
Una vez estallada la sublevación, la Radiodifusión Checa no dejaba de llamar a la gente a levantar barricadas en las calles de Praga.
Al llamamiento respondieron cientos de miles de ciudadanos que colocaron unas dos mil barricadas que dificultaron notablemente el traslado de las unidades nazis por la metrópoli checa, según agregó el historiador.
“En la defensa directa de Praga tomaron parte unos 30.000 combatientes, a los que se sumaron otros 20.000 del Ejército Ruso de Liberación, o sea las unidades de voluntarios del general desertor Vlásov. Y en la noche del 5 al 6 de mayo de 1945, cientos de miles de praguenses participaron en el levantamiento de las barricadas en las calles”.En varios lugares de la metrópoli checa se efectúan este viernes actos conmemorativos con motivo del aniversario del Levantamiento de Praga.
Uno de ellos tuvo lugar tradicionalmente frente a la entrada al edificio de la Radiodifusión Checa, al que asistió, entre otros, el primer ministro, Bohuslav Sobotka y el presidente del Senado, Milan Štěch.