El magnate televisivo V.Zelezný tendrá que devolver 27 millones de dólares a la CME

Vladimír Zelezný

Un arbitraje internacional decidió que el magnate televisivo checo, Vladimír Zelezný, que controla la televisión comercial Nova, tendrá que devolver a la compañía norteamericana CME 27 millones de dólares.

Vladimír Zelezný
Hace siete años apareció en la República Checa la primera televisión privada de los países postcomunistas. La televisión comercial Nova surgió gracias a un grupo de intelectuales, encabezado por Vladimír Zelezný, y a las inversiones multimillonarias de la sociedad norteamericana CME. Vladimír Zelezný obtuvo la licencia para la televisión Nova tras presentar a las autoridades checas un proyecto que prometía una televisión del siglo 21, con debates políticos y programas educativos.

Vladimír Zelezný no cumplió este proyecto inicial y ningún representante del Consejo de la Radiotelevisión le pidió explicaciones. Es que Vladimír Zelezný, director de la televisión Nova, se ha convertido entretanto en un hombre poderosísimo, con ganas de convertirse en el Berlusconi checo y de influir sobre la opinión pública ya que la televisión Nova cuenta con la mayor audiencia.

En 1999 la compañía norteamericana CME destituyó a Vladimír Zelezný del cargo de director general ya que consideraba que éste no defendía sus intereses. Quienes pensaban que Zelezný saldría derrotado tras la ruptura con los norteamericanos, estaban equivocados.

Vladimír Zelezný poseía lo más importante-la licencia de la Televisión Nova. Gracias a un generoso crédito del Banco Postal y de Inversiones, Zelezný fundó una nueva televisión con el mismo nombre - Nova-, pero ya sin los norteamericanos que de hecho perdieron su inversión. Ronald Lauder, dueño de la CME, demandó a Zelezný ante los tribunales.

Ayer martes se dio a conocer finalmente el resultado. El arbitraje internacional que corrió a cargo de la Cámara de Comercio Internacional de Amsterdam decidió que Zelezný deve devolver a los norteamericanos 27 millones de dólares.

El magnate televisivo checo lo considera un empate y un buen resultado ya que la compañía norteamericana le había demandado también el pago de 470 millones de dólares a título de indemnización por los beneficios perdidos.

Según los convenios internacionales es la República Checa la que debe asegurar el cumplimiento del dictamen internacional. Pero ello puede ser problemático: Vladimír Zelezný no posee ahora oficialmente casi ningún patrimonio: todas sus participaciones las ha transferido a su ex esposa y los colaboradores más allegados.