El hermoso contralto de Marta Kubisová está dotado de un especial timbre erótico

Les ofrecemos un programa especial dedicado a la cantante Marta Kubisová, voz de la Primavera de Praga.Durante veinte años pesó sobre Marta Kubisová la prohibición de cantar, decretada por el régimen comunista. Esta mujer valiente e íntegra y gran cantante se incorporó al movimiento opositor Carta 77. Silenciada durante dos décadas, inició su segunda carrera musical después de la Revolución de Terciopelo.

El arranque de la carrera de Marta Kubisová en los años sesenta fue meteórico. Su hermoso contralto, dotado de un especial timbre erótico, electrizaba al público.

Cuando estudiaba en secundaria, Marta Kubisová soñaba con ser médico como su padre. La familia vivía en la ciudad balnearia de Podebrady, 50 kilómetros al este de Praga. Justamente cuando la muchacha hacía los exámenes de bachillerato, su padre fue condenado por presunto sabotaje a tres meses de cárcel.

El tener un padre condenado por la justicia comunista en un proceso fabricado imposibilitó que Marta estudiara en una escuela superior. La muchacha trabajó tres años como obrera en la cristalería de Podebrady. Tres veces intentó inscribirse en Medicina, pero siempre fue rechazada.

Los sábados Marta cantaba con la orquesta del balneario de Podebrady y después actuaba en los tés danzantes en la cercana ciudad de Nymburk.

Cuando participó en el concurso Buscamos nuevos talentos, su interpretación llamó la atención del pianista y director de la orquesta del Stop-teatro de la ciudad de Pardubice, Bohuslav Ondrácek, quién decidió contratarla. Después llevó consigo a Marta al teatro Alfa, en Pilsen.

Marta Kubisová se incorporó en 1965 al elenco del teatro de bolsillo Rokoko, en Praga. Allí cantó con las nacientes estrellas de entonces Václav Neckár y Helena Vondrácková. Marta Kubisová actuó en casi todas las escenificaciones del teatro Rokoko. Su primer gran éxito fue "La morosa luna". Y siguió otro éxito de Marta Kubisová: "Yo sé mentir". En la grabación de 1965 acompañó a la cantante la Orquesta de Música Bailable de la Radiodifusión Checa.

La carrera estelar de Marta Kubisová abarcó el breve período entre 1964 y 1970, año en que su voz fue silenciada por el régimen comunista. En ese lapso de tiempo la discográfica Supraphon le editó un solo LP: "Songs y baladas". Las canciones de Marta Kubisová salían en sencillos que se acercaron a los dos centenares. En una grabación de 1966 Marta Kubisová interpretó la canción de Ladislav Staidl "No escribas más".

En 1966 tuvo lugar la primera edición del festival internacional de canciones pop "Lira de Bratislava". Marta Kubisová ya era una famosa intérprete y con Helena Vondrácková conquistaron la Lira de Plata con la canción "Oh, baby,baby", de Bohuslav Ondrácek y Jan Schneider.

Además de Jan Schneider, otro letrista predilecto de Marta Kubisová era Pavel Vrba. El compositor Bohuslav Ondrácek y el letrista Pavel Vrba son autores de la canción La lámpara que Marta grabó en enero de 1968.

En mayo de 1968 contactaron a Marta Kubisová los representantes de Olympia de París. La cantante vacilaba si aceptar la invitación. En Checoslovaquia se producían vertiginosos cambios democratizadores y Marta pensaba que disponía de mucho tiempo para decidirse a actuar en París.

El 21 de agosto de 1968 las tropas de la Unión Soviética y de sus socios del Pacto de Varsovia invadieron Checoslovaquia. Marta Kubisová pensaba que la ocupación soviética duraría como máximo dos años. La cantante se equivocaba: las tropas soviéticas permanecerían en Checoslovaquia 23 años.

Cuando se grababa en septiembre de 1968 la serie televisiva "Canciones para Rodolfo III", a Marta Kubisová le tocó interpretar una canción titulada "Oración". La letra de la canción era un llamamiento a la paz, pero en la Checoslovaquia ocupada por las tropas extranjeras la gente entendía "Oración" como una protesta contra la invasión del Pacto de Varsovia.

La canción empezó a tener vida propia, dando a los checoslovacos la esperanza de que un día volverían a tomar en sus manos las riendas de su destino. Entró en la historia bajo el título de "Oración para Marta". Podrán escucharla en una grabación histórica, realizada por la Televisión Checoslovaca el 16 de septiembre de 1968.

La interpretación de "Oración para Marta" convirtió a Marta Kubisová, sus canciones, su voz y su imagen en símbolo de la sofocada Primavera de Praga de 1968. El régimen neoestalinista, instalado en Checoslovaquia tras la invasión soviética, hizo todo para borrar a la cantante de la memoria del pueblo.

En 1970 el régimen comunista prohibió actuar a Marta Kubisová. De un día para otro desaparecieron sus canciones de la radio y de la televisión, sus discos fueron destruidos.

El régimen daba a Marta Kubisová la posibilidad de retractarse de su apoyo al proceso democratizador de la Primavera de Praga. Bastaba que la intérprete firmase una entrevista prefabricada en la que manifestase su presunto acuerdo con la invasión soviética. Marta Kubisová se negó y fue silenciada.

Para silenciar a la cantante sirvió una burda trama montada por el régimen: Marta Kubisová fue falsamente acusada de posar para unas fotos pornográficas. En una de las 16 fotos de una serie pornográfica danesa posaba una muchacha parecida a Marta- o, por lo menos, tenía el mismo pelo oscuro, largo y suelto.

Instada por su marido, el director de cine, Jan Nemec, Marta se dirigió a un tribunal para librarse de la falsa acusación. Los jueces le dieron la razón, pero ello ya nada podía cambiar en el destino de la cantante silenciada.

Marta Kubisová regresaría al escenario tan sólo dos décadas después, en octubre de 1989, cuando faltaban pocas semanas para la caída del régimen comunista. El director teatral Jan Schmid la invitó a interpretar en el teatro Ypsilonka la canción "Aventura con el dios Pan".

¿Cómo pasó Marta Kubisová los veinte años de silencio impuestos por el régimen comunista? Antes de que le naciera en 1979 en su segundo matrimonio la hija Katerina, Marta fue una de las primeras signatarias del manifiesto opositor Carta 77 que exigía el respeto a los derechos humanos. Fue la portavoz del movimiento opositor durante trece meses, hasta darse cuenta de que estaba embarazada.

Marta Kubisová trabajaba como secretaria en una empresa municipal y frente a su oficina solía patrullar un agente de paisano. Frecuentemente era interrogada por la policía secreta.

Cuando estalló en noviembre de 1989 la Revolución de Terciopelo, los estudiantes fueron a buscar a Marta a la oficina y la llevaron al balcón de la editorial Melantrich, en la Plaza de Venceslao, donde cantó ante una multitudinaria concentración "Oración para Marta", considerada como el segundo himno nacional.

Tras la Revolución de Terciopelo, Marta Kubisová inició su segunda carrera musical. Su escenario es el teatro Ungelt donde cosechó éxitos en el musical "Tell me on a Sunday", de Andrew Lloyd Weber.

Marta Kubisová, mujer que nunca perdió su dignidad y entereza de carácter. A pesar de haber sufrido tantas persecusiones y vejámenes, no siente el mínimo odio o rencor.