El Gobierno rectifica: el IVA se unificará en dos años y al 17,5%
La coalición tripartita de Gobierno acordó este jueves cambios en su polémica subida del IVA que debe permitir llevar a cabo la reforma de las pensiones. La subida será gradual, y en vez de establecer el IVA único al 20%, se quedará en un 17,5%. Pero las críticas tampoco ahora se han hecho esperar.
Eso sí, sin ninguna excepción en absoluto. Ni los alimentos básicos, ni medicamentos, y mucho menos los libros, o los servicios de alojamiento, de los que se ha estado hablando recientemente.
El primer ministro Nečas quiere que la votación parlamentaria de este proyecto se convierta en un baremo de la cohesión dentro del Gobierno tripartito, según expuso.
“Propongo al Gobierno de la República Checa que la votación sobre la reforma de las pensiones y la subida del IVA, sirva también de voto de confianza al Gabinete”.
Hace una semana el Gobierno defendía su plan para que ya en otoño todos los productos y servicios que disfrutan del IVA reducido al 10% pasaran de la noche a la mañana al 20%. Las críticas sonaron desde muchos ángulos, empezando por el presidente de la República Checa, Václav Klaus, y de forma insistente en los medios de comunicación.
Estos cambios sobre el proyecto original también han empezado a recolectarlas desde el primer momento. Lubomír Zaorálek, vicepresidente del partido Socialdemócrata, en la oposición, se mostró especialmente contrario a la nueva propuesta.
“El nuevo plan es aún peor que el anterior, porque no hay ninguna excepción, ni en alimentos, ni en medicamentos, ni nada. Absolutamente a todo se le aplicará la misma tasa”.
Efectivamente, un Ferrari y un kilo de patatas estarán grabados por igual. Con la particularidad de que las patatas, productos de primera necesidad, costarán un 7,5% más que ahora mientras que los productos de lujo tributarán menos, al igual que electrodomésticos, muebles y una larga lista de productos y servicios. Y en realidad éstos no se abaratarán, ya que según sospechan los analistas, el beneficiado será el comerciante, que no bajará los precios y serán sus bolsillos los que sí noten la diferencia.