El Gobierno cuenta con una recesión de hasta el dos por ciento para este año
El primer ministro checo, Mirek Topolánek, ha afirmado que el país podría sufrir una recesión económica de hasta un menos dos por ciento del PIB. Para evitar el descalabro económico, el Gobierno se encuentra trabajando en un paquete de medidas según las indicaciones del Consejo Económico Nacional.
En caso de hacerse realidad sería el peor resultado económico de la historia de la República Checa. Para evitar la recesión económica, el gabinete de Topolánek seguirá las propuestas del Consejo Económico Nacional, institución formada por expertos y creada para afrontar los efectos de la crisis financiera internacional en el país.
En una entrevista al diario Hospodářské Noviny, Topolánek señaló que presentaría el paquete de medidas al Parlamento el 18 de febrero. La propuesta contará con una inyección de fondos equivalente al dos por ciento del PIB checo, unos 6.500 millones de euros. A esta cantidad hay que sumar los más de mil millones de euros que el Estado dejará de ingresar debido a la reducción de los pagos a la Seguridad Social y la bajada de impuestos a las empresas.
Una de las principales novedades será la legalización del llamado “sistema en negro”, la utilización de trabajadores autónomos a tiempo completo en lugar de empleados, con lo que las empresas se ahorrarían los gastos de los seguros social y médico.
Por su parte, el economista y antiguo candidato a la presidencia del país, Jan Švejnar, ha aconsejado al Gobierno que apueste por las rebajas fiscales.
“Yo recomendaría reducir los impuestos por ingresos, con lo que la fuerza de trabajo se abarataría y se atenuaría el crecimiento del desempleo. Luego también habría que prestar más a los empresarios para proyectos de riesgo, en los que los bancos privados no piensan invertir.”
Por otro lado, Mirek Topolánek se muestra escéptico ante la propuesta de la oposición socialdemócrata, apoyada por el Ministro de Industria, Martin Říman, de subvencionar la renovación del parque automovilístico. Říman quiere apoyar con unos 1.000 euros a los conductores que manden al desguace su vehículo de más de diez años para comprarse uno nuevo.
Sin embargo, el primer ministro tratará con el presidente de la Comisión Europea, José Barroso, la puesta en marcha de un plan similar a escala europea.
Con lo que Topolánek no comulga en absoluto es con la propuesta del presidente francés, Nicolas Sarkozy, de concentrar la fabricación de automóviles franceses en Francia. Topolánek calificó las palabras de Sarkozy como “increíbles” y consideró que con este tipo de actitudes se amenazaba la ratificación del Tratado de Lisboa.