“El futuro pertenece a los estudiantes endeudados”

La futura coalición de Gobierno checa ha anunciado que las universidades públicas del país pasarán a ser de pago dentro de unos años. A pesar de un sistema de becas y préstamos incluido en la reforma, muchos estudiantes consideran que el cambio discriminará entre ricos y pobres.

Foto: Aaron Murphy / Stock.XCHNG
El pasado domingo estudiantes organizaron la que puede ser la primera manifestación de muchas otras por venir. “La educación no es una mercancía”, “El futuro pertenece a los estudiantes endeudados” o “Padres ricos para todos” eran algunos de sus lemas, que demostraban la preocupación de los universitarios por un cambio que temen que deje sin oportunidades a muchos. El hecho de que el Gobierno prometa créditos que en teoría deben permitir acceder a la universidad a todo el mundo, no convence por ejemplo a Lea Doktorová, estudiante de un centro privado, la Escuela Superior de Hostelería de Praga, pero a quien le sigue pareciendo injusto que desaparezca la otra opción.

Lea Doktorová
“Estudias para que puedas trabajar, para ganar dinero, y luego cuando encuentres un trabajo bueno, tienes que devolver el dinero por haber tenido la oportunidad de estudiar”.

A pesar de que en casi todos lo países europeos la educación pública es también de pago, en Chequia, al igual que en otros países ex comunistas, pesa la tradición de la educación gratuita.

Cuando el tripartito presentó el proyecto, que entraría en vigor en 2013, aseguró que el Estado se seguiría haciendo cargo de los estudiantes que no llegaran en su vida laboral a conseguir el salario medio.

Sandra Poláčiková. Foto: Marek Šurina
Solo cuando el antiguo estudiante alcanzara esos ingresos, tendría que empezar a rembolsar el préstamo. Un dato que no cambia la opinión al respecto de Sandra Poláčiková, estudiante de Economía en Praga.

“Si ahora cuando no pagas la universidad tienes que pedir un préstamo, cuando sea de pago, ¿qué voy a hacer? Después de la universidad yo quiero tener un piso, quiero muchas cosas, y creo que no voy a tener dinero para devolver el préstamo”.

A razón de tasas universitarias de un máximo de 400 euros por semestre, los objetivos que persigue la reforma es mejorar el nivel de la enseñanza y el de ingresos de los profesores, algo en lo que todo el mundo sí que está de acuerdo en que es necesario.

Petra Vegnerová
Un profesor de universidad en Chequia gana de sueldo base alrededor de 800 euros. Estos dos argumentos son suficientemente buenos para Petra Vegnerová, estudiante de Filología Hispánica en la Universidad Carolina de Praga, que defiende el cambio.

“Creo que es justo pagar por la universidad. ¿Sabes cómo es aquí? Los profesores tienen un sueldo muy pequeño. Yo creo que es buena idea pagar un poco, 400 euros por semestre no mata a nadie. Me parece bien. Los profesores a veces son más pobres que los estudiantes. Yo creo que es necesario. Aquí sí”.

Lea Doktorová considera que la educación en universidades privadas como la suya actualmente es mejor, pero más bien porque cuentan con sus propios métodos más eficientes, porque tienen un enfoque más práctico, y también porque los profesores, al estar mejor pagados, también están más motivados. Pero en un principio, unos profesores no son mejores que los otros.

“Yo, que estoy en la universidad privada, creo que no hay diferencia entre los profesores de la pública y la privada. También creo que hay profesores en la pública que pueden ser mejores que los nuestros en la privada. Claro está que depende del profesor, pero yo lo veo así”.

El próximo Gobierno tiene claro que ese es el camino que tiene que seguir la educación en Chequia, que la equipararía a la mayor parte de países europeos. Solo un detalle no tienen claro aún: ¿qué entidades son las que estarán dispuestas a dar préstamos a semejante número de jóvenes?

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