El fútbol checo endurecerá la lucha contra la violencia

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La batalla entre los hinchas del Baník de Ostrava y el Sparta de Praga que estalló el pasado sábado en el estadio de Bazaly se convirtió en la gota que rebosó el vaso de paciencia de los responsables del fútbol checo. El jefe de la Asociación de Fútbol, Miroslav Pelta, pide introducir una nueva ley para combatir con más eficacia la violencia en los estadios de fútbol nacionales.

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Treinta detenidos y varios heridos, entre ellos 11 policías. Ese fue el saldo de las trifulcas producidas el sábado en las gradas del estadio de Bazaly en el descanso del partido liguero entre el Baník de Ostrava y el Sparta de Praga.

Las peleas entre los hinchas de estos eternos rivales impulsó al jefe del fútbol checo, Miroslav Pelta, a reaccionar enérgicamente.

Entradas con nombre y apellido del espectador, un potente sistema de cámaras y sanciones mucho más severas para los delincuentes. Esas son algunas de las medidas que deberían combatir en el futuro con mayor eficacia la violencia en los estadios de fútbol.

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El jefe de la Asociación Checa de Fútbol, Miroslav Pelta, y el ministro de Educación y Deportes, Marcel Chládek, acordaron este lunes crear un comité de expertos que debería presentar la nueva ley antes de fin de año.

Pelta subrayó que algunas medidas podrían ser introducidas ya antes, a partir de la próxima edición de la liga que comenzará en otoño.

“El manual de licencia para la próxima temporada debería ordenar que todos los estadios sean provistos de un sistema de cámaras, los hinchas tengan que identificarse en la entrada, o sea, comprar el ticket con su nombre y apellido. El Comité de Licencia tendrá que mantener una postura firme y no permitir excepciones”, dijo.

Miroslav Pelta,  foto: Radim Beznoska
El ministro Chládek pide además prohibir de por vida la entrada a los estadios a los delincuentes. El jefe del sector de deportes resaltó que las inversiones en cuanto a la seguridad de hoy darán su fruto a largo plazo.

“En varios casos, los clubes pueden aprovechar ya las leyes existentes. Los exhorto: ¡Dejen de ser benévolos! Comprendo que todos deseen aumentar la asistencia en los estadios. Pero siempre es mejor contar ahora con 500 hinchas violentos menos para contar en el futuro con dos o tres mil espectadores decentes que vendrán a su estadio a ver el fútbol y no a pelear”, subrayó Chládek.

Marcel Chládek,  foto: Filip Jandourek
Los responsables del fútbol piden además que en los partidos de riesgo la Policía vuelva a vigilar el orden en los estadios, de los que se retiró en el pasado por motivos financieros.

Actualmente, los partidos son vigilados por la fuerza de seguridad del organizador y la Policía interviene solo en caso de que esta falle. “Pero en ese momento generalmente ya es tarde”, indicó Pelta.

El proyecto titulado ‘Estadios para Hinchas Decentes y sus Hijos’ se propone combatir la violencia también en otros deportes, como el hockey sobre hielo.