El fin de servicio militar despierta alegría y nostalgia

Los reclutas seleccionados reciben medallas conmemorativas de manos del Jefe del Estado Mayor checo, general Pavel Stefka (Foto: CTK)

El sueño de muchos jóvenes checos se hará realidad a finales de este año. La obligación de hacer el servicio militar acabará en esa fecha y el Ejército será totalmente profesional.

El pasado lunes en el Castillo de Praga tuvo lugar una reunión solemne, donde algunos reclutas seleccionados recibieron medallas conmemorativas de manos del Ministro de Defensa checo, Karel Kühnl.

"Nuestras tareas defensivas actuales requieren un ejército profesional integrado por soldados con instrucción y adiestramiento complejos que actúen en el ejército muchos años. Por eso, es necesario que aprendan a manejar los equipos técnicos de alta calidad lo que sencillamente no se puede conseguir durante un servicio militar obligatorio de corta duración..." matizó el ministro.

Los reclutas seleccionados reciben medallas conmemorativas de manos del Jefe del Estado Mayor checo,  general Pavel Stefka  (Foto: CTK)
La historia del servicio militar en los países checos se remonta a la época del Imperio Austro-Húngaro. Hace casi 140 años fue instituído el servicio militar obligatorio, que al inicio tenía tres años de duración. Con el tiempo, ese período se acortó paulatinamente y desde hace once años, los reclutas hacían sólo un año de mili.

La supresión del servicio militar obligatorio provocó dos tipos de reacciones en la población masculina checa. En el primer grupo, generalmente el de los jóvenes con la mili sin hacer, la decisión fue acogida con los brazos abiertos. En el segundo grupo, representado principalmente por los ex reclutas, se siente cierta nostalgia por los viejos tiempos. Al segundo grupo pertenece también el presidente checo, Václav Klaus que comentó al respecto:

"Todos perdemos algo que acompañaba, en lo bueno y en lo malo, a las jóvenes generaciones anteriores. Es un tipo de experiencia que tal vez falte en la vida de las generaciones venideras."

Los propios militares ven con buenos ojos la instauración del ejército profesional temiendo solamente su aislamiento del resto de la sociedad. El Ministro de Defensa, sin embargo, opina que eso dependerá ante todo del tipo de relaciones que oficiales y soldados sean capaces de establecer con la población civil.