El fenómeno del tecno-party encuentra tierra fértil en la República Checa

El antiguo polígono militar de Ralsko, en Bohemia del Norte, fue escenario el fin de semana de la más multitudinaria fiesta del baile al aire libre efectuada últimamente en la República Checa.

Antes hubo soldados. Ahora la mayor fiesta de música tecno de lo que va del año. Más de 12 mil sudorosos cuerpos jóvenes en constante movimiento y entregados a la práctica del sexo y al consumo de drogas y alcohol, millares de decibeles de música, kilos de papel, cartón y botellas regados por el suelo, y numerosas familias checas sin poder pegar ojo en toda la noche. Que así transcurrió en Ralsko el festival de baile a cielo abierto el viernes y el sábado pasados. De que los más de 12 mil participantes estaban decididos a bailar contra viento y marea documenta el hecho de que ni el sol de justicia que rajaba piedras, ni las temperaturas tropicales de esos días - que superaron los 30 grados centígrados - lograron hacerles cambiar de opinión.

A pesar de que se trataba de una acción no autorizada, la fiesta de la música tecno se dio. Y se dio a pesar de que dificultó el tráfico en la región y despertó el temor de los ecologistas, no sólo ya por los incendios que puedo traer aparejados consigo, sino también "y sobre todo- por los nefastos efectos de la presencia humana y de los decibeles en la reserva natural de los alrededores donde anidan especies raras de la avifauna.

Autor: Mónica Villegas Gallego
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