El crecimiento del consumo implica riesgos económicos

samoska_butovice1.jpg

Los ciudadanos checos siguen gastando y el nivel de vida está creciendo, lo que significa que la República Checa se asemeja cada vez más a la sociedad consumista de Occidente. Pero los analistas advierten que paralelamente crecen también riesgos económicos.

Según la Oficina de Estadísticas Checa, el Producto Interior Bruto aumentó el año pasado en casi un cuatro por ciento. Uno de los principales motivos de este crecimiento económico se debió al aumento de los gastos hogareños. Desde el punto de vista de corto plazo, el consumo de familias tiene una importancia crucial para el crecimiento del PIB.

Por ello no extraña que el Gobierno checo exhortara a los ciudadanos a que sean todavía más activos en gastar el dinero. Sin embargo, esta situación implica ciertos riesgos, porque la economía moderna ya no se basa tanto en la propia producción de los valores, sino más bien en su exitosa venta. Por lo tanto, el que quiere vender, tiene que dar buenas notas a los que están dispuestos a gastar, señala el sociólogo checo, Jirí Vecerník, agregando:

"Las virtudes actuales ya no se basan en la abstención calvinista, laboriosidad e inversiones, sino en el consumo y la vida con deudas. Así surgió el fenómeno de vivir endeudado para poder comprar inmediatamente las cosas que serán pagadas tan sólo con futuras ganancias."

Antes de 1989 los checos no tenían muchas posibilidades para conocer el consumo masivo, aunque también existía un sistema limitado de préstamos. Sin embargo, no existían muchas oportunidades para aprovecharlas. Esto significa que los checos ahora aprenden a gastar.

Los checos están fascinados con los hipermercados. Con mucho gusto pierden tiempo para viajar a las feas zonas periféricas donde se encuentra la mayoría de los mercados supermodernos, y allí gastan su dinero muchas veces en cosas absolutamente inútiles. Según Jirí Vecerník, la explicación de este fenómeno sólo pueden ofrecerla los sicólogos.

Los checos comenzaron a gastar desde 1997, cuando partió una recesión económica. Desde aquel entonces los gastos aumentaron en un 15 por ciento. El motivo radica en el hecho de que los sueldos crecen y que, en vista de la inflación y las bajas tasas de interés, no tiene sentido orientarse a los ahorros.

El sociólogo Ivo Mozný sostiene que el desarrollo económico en los últimos diez años fue para los checos mus favorable. En comparación con los países colindantes, el índice del desempleo fue menor y por lo tanto la moneda nacional no sufrió una notable devaluación.

"Sin embargo, surge una incógnita," dice Ivo Mozný, si este positivo resultado no fue alcanzado con el precio del endeudamiento. Y siendo así, surge otra incógnita, cuándo y cómo se pagará esta deuda."

Autor: Vít Urban
audio