Egiptólogos checos descubren una tumba de 4500 años de antiguedad

El fiel perro Idzhem

Los egiptólogos checos se han anotado un nuevo espectacular éxito:en Abú Sír, cerca de El Cairo, han descubierto una tumba bien conservada de 4.500 años de antiguedad. La tumba había sido construida para un alto dignatario de la corte de faraón, llamado Inti.

En vida, Inti se desempeñaba como sacerdote y magistrado del tribunal del faraón. Fue el hijo mayor de un visir. La esposa del difunto se llamaba Marut. Su perro predilecto llevaba el nombre de Idzhem.

El fiel perro Idzhem
Inti vivió hace 4500 años, durante el reinado del faraón Teti, de la sexta dinastía, la última del Antiguo Imperio. Gracias a las investigaciones llevadas a cabo en el interior de la tumba de Inti por científicos del Instituto de Egiptología de la Universidad Carolina podemos conocer detalles muy íntimos de la vida del difunto. Del complejo funerario forma parte una capilla en la que fueron diariamente ofertados al espírituu del difunto Inti comidas y bebidas. En el lado occidental de la capilla se encuentra una estela de piedra cálcárea, decorada con inscripciones jeroglíficas que indican el nombre y los cargos ejercidos por Inti. Ello permitió a los egiptólogos checos reconstituir la carrera de Inti.

Las paredes norte y sur de la capilla están decoradas con relieves.Uno de ellos representa a Inti recibiendo a un séquito de dignatarios con ofrendas. A los pies de Inti está sentada su esposa que luce un vestido muy ajustado, con tirantes, y huele el perfume de una flor de loto.

En las paredes de la capilla están representados igualmente arpistas y cantantes que intepretan una canción de amor. Y también un enano que sujeta en una traílla a Idzhem, el perro predilecto del difunto Inti.

Tras varias semanas de peligroso trabajo en un pozo de 22 metros de profundidad, los egiptólogos checos lograrorn llegar a la cámara funeraria de la tumba. Al limpiar el pozo de acceso a ella, los científicos descrubrieron varias señales que indicaban que la cámara funeraria tal vez no hubiera sido saqueada. En diferentes niveles del pozo encontraron ofrendas destinadas a asegurar a Inti una vida póstuma no perturbada: vasijas de alabastro,cerámica y un altar para sacrificios.

En el interior de la cámara funeraria se encuentra un colosal sarcófago de piedra calcárea, de 3 metros de largo y 2 metros de altura, con el nombre y los cargos oficiales de Inti. Sobre el sarcófago y en torno a él los egiptólogos checos encontraron otras piezas del ajuar funerario: vasijas cerámicas, herramientas de cobre y minúsculos cuencos de piedra. Las investigaciones en la cámara funeraria revelaron que la tumba había sido saqueada. Parece que fueron los propios operarios encargados del entierro de Inti los que saquearan el sarcófago ya sellado, robando a la momia amuletos y objetos de valor.

A pesar de la profanación del sarcófago, los egiptólogos checos encontraron en la tumba de Inti un centenar de objetos de inestimable valor histórico. Los científicos se han sentido especialmente cautivados por los primorosos frescos y los espléndidos relieves que dan a conocer la vida en el Egipto de hace 4500 años.