EE.UU. pide que la RCh participe en un eventual ataque contra Irak

Checa unidad antiquímica en Kuwait, Foto: www.army.cz

Estados Unidos pidió a la República Checa su apoyo militar en un eventual ataque contra Irak. Washington quiere saber con cuales unidades checas puede contar para llevar a cabo su plan estratégico.

Los EE. UU. se interesan, sobre todo, por los especialistas antiquímicos checos que se encuentran actualmente en Kuwait. Otras unidades checas podrían sustituir a los aliados que se hallan en la actualidad en Afganistán. Un comando de élite checo de 130 militares debería trasladarse a ese país.

Qué es lo que pide el Pentágono a Praga en concreto, lo especifica el primer ministro checo, Vladimír Spidla.

"Pide la solicitud para los sobrevuelos y estancia del Ejército estadounidense en la RCh y la participación de nuestra unidad para eliminar las consecuencias de la utilización de armas de destrucción masiva".

Infanteria británica,  Foto: CTK
El primer ministro Spidla prometió a George Bush, durante la cumbre de la OTAN, que se celebró en noviembre en Praga, que en caso de que se produjera una guerra en Irak, la RCh apoyaría el ataque. Resaltó, no obstante, que el mismo tiene que ser aprobado por el Consejo de Seguridad de la ONU. La última palabra respecto a este asunto la tendrá el Parlamento checo.

"Según la constitución, el Gobierno decide sobre los sobrevuelos o traspasos del territorio checo por parte de Ejércitos extranjeros. La estancia o acciones de las unidades checas en el exterior lo tiene que aprobar el Parlamento".

¿Dónde encontrará el Gobierno checo dinero para financiar esta acción?

Infanteria de EE.UU. en el desierto de Kuwait,  Foto: CTK
"No contamos con una ampliación notable del número de militares checos que se encuentran actualmente en el Oriente Medio. Los medios financieros los incluye el presupuesto para el mantenimiento de estas unidades".

Todo parece indicar que los estadounidenses y los británicos atacarán Irak aun sin que lo apruebe la ONU. Se calcula que la guerra se iniciaría a fines de enero o a principios de febrero. El Gobierno checo deliberará sobre esta problemática la semana entrante.