Doble rasero en la industria alimentaria: el mismo producto es peor en Chequia que en Alemania

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El grupo de Visegrád, integrado por Chequia, Polonia, Hungría y Eslovaquia trata este jueves la diferencia de calidad de los mismos productos alimentarios según se vendan o no en los países ex comunistas. El llamado V4 quiere un mismo estándar de calidad para toda la Unión Europea.

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Los alemanes y los austriacos no solo ganan mucho más que los polacos, checos, húngaros y eslovacos, sino que cuando van de compras se encuentran precios muy similares. La gota que hace rebosar el vaso es ahora la confirmación de que muchos productos alimentarios son en la Europa ex comunista de peor calidad que en los países de habla alemana, a pesar de tener la misma marca y etiquetado.

El consumidor checo es consciente de esta diferencia desde hace tiempo, como confirma el testimonio de Dagmar Vacáková, de baja por maternidad.

“Pongamos por ejemplo la Nutella. Hay una diferencia notable en el porcentaje de cacao. Y ahora que tengo un bebé me fijo en los ingredientes de los alimentos infantiles y en esto no se diferencia solo en precio, sino en las proporciones de la composición. Vengo de la ciudad de Znojmo, en la frontera con Austria, y la situación se ha invertido. Antes iban los austriacos a comprar a Znojmo. Ahora van los de mi ciudad a comprar a Austria”.

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Y es que según las pruebas de la revista de consumo dTest, la Nutella que se vende en Polonia, Italia y Chequia tiene menos proporción de cacao que la que se vende en Alemania. Los análisis confirman también la diferencia de composición de unas salchichas holandesas, que en Chequia están hechas de carne tratada mecánicamente y en Alemania de buena carne de cerdo. Una marca de jamón cocido se vende en Austria con un 91% de carne y en Chequia con un 72%.

Ahora los países miembros del grupo de Višegrád: Chequia, Polonia, Austria y Polonia, tratan este jueves en su reunión de Varsovia qué medidas tomar para que la legislación europea obligue a la industria alimentaria a presentar los mismos productos con la misma calidad en todo el mercado único. Así lo resume el ministro checo de Agricultura, Marian Jurečka.

Marian Jurečka,  foto: ČT
“Insisto en que un producto, si tiene el mismo embalaje, tenga también los mismos ingredientes en la misma medida, o que en el etiquetado se diga, en el caso de las empresas transnacionales, que ha sido producido para el mercado de un país en concreto”.

A la reunión de Varsovia está invitada también la Comisión Europea y el comisariado europeo de Alimentación. La iniciativa partió del Gobierno eslovaco, poco después de que un estudio comparara los productos que se veden en Austria y en Eslovaquia, confirmara la diferencia de calidad y creara un escándalo en la opinión pública.

Para el diputado checo Jeroným Tejc, uno de los encargados del tema, trabajar en conjunto en el marco del V4 es una garantía de éxito.

 Jeroným Tejc,  foto: Šárka Ševčíková,  ČRo
“Tenemos el mismo derecho a la calidad como nuestros conciudadanos de Europa Occidental, y a la misma calidad, no a un doble estándar. Las negociaciones no pueden hacerse de otra manera que de acuerdo con los otros estados que también se ven perjudicados de forma parecida por esta doble calidad. Ese es el único camino correcto: unirse”.

El origen del problema se halla, según la Cámara Alimentaria de la República Checa, en los altos márgenes de beneficios que exigen las cadenas de distribución en los países de reciente incorporación a la UE. Al querer los supermercados más parte del pastel, presionan a la baja los precios mayoristas. Las empresas reaccionan a esto empeorando la calidad de sus productos.