¡Director, toquen la mía! (1923)

Foto: Radioservis
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Cien éxitos que se han inscrito en la historia de Checoslovaquia y la República Checa y que los checos cantaban con ganas. ¿Cuál de estas canciones más les gusta a ustedes, amigos? Esperamos con curiosidad su votación. Esta vez podrán escuchar el éxito del año 1923.

Foto: Radioservis
A principios de los años 20, tras el cese de su frenética coyuntura de entreguerras, el sector de cabaré comenzó a estancarse en Checoslovaquia.

Una de sus desventajas era el estrecho vínculo del cabaré con el servicio de restaurante. Por ejemplo, el billete para el renombrado cabaré El Siete Rojo, mencionado en los capítulos anteriores, no era tan caro, pero sí que salía caro el consumo obligatorio de vino y comidas al seguirlo. De esa se beneficiaba sin escrúpulos el dueño del hotel Central, situado en la calle Hybernská de Praga, que alquilaba al cabaré la sala.

■ El 5 de enero de 1923 fue perpetrado el atentado contra el ministro de Finanzas, Alois Rašín, que sucumbió a las heridas sufridas el 18 de febrero.

■ El 18 de mayo fue iniciado en Checoslovaquia las transmisiones radiofónicas regulares, de las que se encargaba la empresa Radiojournal. Tras Gran Bretaña (BBC), Checoslovaquia se convirtió en el segundo país europeo que contaba con un programa radiofónico regular.

■ En 1923 fue fundada la empresa Aerolíneas Estatales Checoslovacas.

Malos tiempos vivía igualmente la bodega de vino de la Casa Municipal. El conjunto al final se descompuso.

En 1923, el fundador del conjunto de cabaré, Jiří Červený, lanzó una de las últimas canciones bajo el título: ¡Director, toquen la mía! (Pane kapelníku, hrajte mi tu mou!) El tema se convirtió en un éxito, y a la vez en un balance en cuanto a la vida del artista, que al final tuvo que conformarse con el mundo de austeros párrafos.

Allí tal vez surgió el lamento del doctor Červený de que “la vida humana no era más que un mero juego”.


¡Voten su canción del siglo!