Cyril Bouda

En esta ocasión, amigos, les hablaremos de Cyril Bouda, ilustrador, pintor y gráfico checo que se inspiraba tanto en cuentos de hadas como en la naturaleza que le rodeaba y, en especial, en la belleza de la ciudad de Praga, tan amada por él. El reciente centenario del nacimiento de Cyril Bouda, la República Checa lo recordó con varias exposiciones de la obra de este destacado artista checo.

Cyril Bouda nació el 14 de Noviembre de 1901 en la ciudad de Kladno, en las cercanías de Praga, en una familia amante del arte. Los padres de Cyril eran pintores: su padre trabajaba como profesor de pintura en el gimnasio de Kladno y su madre, que provenía de una conocida dinastía de escultores checos, se dedicaba a pintar cuadros sobre flores.

El talento y el amor hacia la pintura se hicieron notar en Cyril Bouda ya a una temprana edad, por lo que al futuro artista no le resultó difícil escoger el camino que seguiría en el futuro.

Terminados sus estudios en la Escuela de Artes y Oficios, Bouda continuó el aprendizaje de las diversas técnicas pictóricas en la Academia de Artes Plásticas, en Praga. Sus profesores eran mayormente destacados pintores checos de la época, entre ellos, Max Svabinský, famoso autor de los cartones de varias vidrieras de la catedral de San Vito en el Castillo de Praga.

Al concluir sus estudios, también Cyril Bouda decidió compartir sus conocimientos con jóvenes artistas, trabajando largos años como pedagogo en varias escuelas de arte del país. En 1946 se inició como profesor de artes gráficas en la Facultad de Pedagogía de la Universidad Carolina de Praga.

Pero Bouda dedicaba la mayor parte de su tiempo a la creación artística que, dicho sea de paso, no tenía límites. Cyril Bouda es conocido como excelente pintor de cuadros, autor de las ilustraciones de más de 800 libros en su mayoría de cuentos de hadas, diseñó los motivos de varios tapices, colaboró en la creación de películas de dibujos animados, y fue coautor de más de 30 sellos postales y varios billetes checos.

Aunque la obra de Bouda fue multifacética, el artista sentía predilección por las artes gráficas y, en especial, por la ilustración de libros. Cyril Bouda ganó uno de los premios del concurso internacional de ilustración de libros, celebrado en 1937 en Nueva York. El premio le fue otorgado por la ilustración del libro "Memorias" del renombrado orfebre, escultor y escritor manierista italiano del siglo XVI, Benvenuto Cellini.

Cyril Bouda era un gran viajero que sabía aprovechar en su obra los conocimientos y experiencias que adquiría en los viajes. Varias veces visitó Italia, recorrió Grecia, Suiza, Francia, México, España y otros países, dejando testimonios de sus viajes en un sinnúmero de obras pictóricas y gráficas.

A pesar de que llegó a conocer gran parte del mundo, Bouda siempre decía que la ciudad que más lo hechizaba y que para siempre había conquistado su corazón, era Praga. A la capital checa el artista le dedicó varias obras, entre las que destacan dos hermosos tapices: el denominado "Praga - Reina de la Música", es una hermosa vista panorámica de la capital de la República Checa.

El segundo, denominado "La Praga Musical" y realizado para el Palacio de Cultura en Praga, muestra a compositores y músicos checos de diferentes épocas pero con grandes méritos en la divulgación y la fama de la música en el mundo.

Cyril Bouda falleció en Praga el 29 de agosto de 1984, a la edad de 82 años. Hasta los últimos momentos permaneció activo y entregado plenamente a su obra.