Cuando los checos acogieron con los brazos abiertos a miles de refugiados italianos
Hace justo cien años llegaron a las tierras checas procedentes de la región de Trentino, que entonces pertenecía a Austria-Hungría, tres mil de refugiados italianos que escapaban de los estragos de la Primera Guerra Mundial. Un siglo después, descendientes de refugiados y familias de acogida tienen la oportunidad de conocerse.
De ellos, tres mil fueron asignados a Bohemia, sobre todo mujeres, ancianos y niños, ya que los hombres adultos fueron enviados al frente. Se les permitía llevarse solo 15 kilos de equipaje y comida para dos días, no podían imaginarse que su periplo fuera a ser tan largo, sostiene Jaroslava Otipková, presidenta de la Asociación de Amigos de Ledro.
“Les dijeron que se iban para alrededor de tres semanas, y que hicieran las maletas pensando en esto. En Bohemia se quedaron casi cuatro años”.Los refugiados fueron alojados en tabernas, en campamentos, pero sobre todo en familias de acogida. No conocían la región que se había convertido en su nuevo hogar, ni la lengua, ni tenían medios materiales para mantenerse por sí mismos. La hospitalidad y buena voluntad de sus anfitriones fue clave para su supervivencia.
Ahora, cien años después, 70 italianos descendientes de aquellos refugiados y procedentes del Valle di Ledro y el Valle di Gresta han visitado los pueblos y ciudades de Bohemia donde sus abuelos encontraron refugio. Un encuentro particularmente emotivo fue el de Giuliano Pellegrino y Václav Levý. Sus abuelas se hicieron amigas durante aquellos años y mantuvieron correspondencia después de la guerra.Para Pellegrino, descubrir la conexión checa de su familia fue todo un descubrimiento, comenta.
“Este librito lo encontré entre las cosas personales de mi abuela. Una de las ilustraciones, una pintada a mano y bellísima, siempre me había llamado la atención, siempre quise saber qué era exactamente. Y el año pasado descubrí que era el castillo de Buštěhrad”.Cuando los italianos regresaron a sus pueblos de origen, encontraron sus hogares en ruinas. Trentino fue frente en varias ocasiones y de no ser por si exilio en las tierras checas, probablemente habrían perdido la vida.