Crece la tensión en Europa Central
El fuego diplomático abierto entre Praga y Viena ha ennegrecido las relaciones bilaterales. La causa aparente es la Central nuclear de Temelín, a la que muchos austríacos comparan con Chernóbyl. Todo el asunto ha tomado una fuerte connotación política después de que el extremista Jorg Haider se convirtiera en la cabeza visible de una campaña que pretende obstaculizar el ingreso de la República Checa en la Unión Europea. El asunto se complicó aún más tras las declaraciones del primer ministro checo, Milos Zeman, que tildó a Haider de posfascista y recomendó a los austríacos que se deshagan de él. Viena estima que se trata de una injerencia, por lo que ha contraatacado, mientras la tensión crece en Europa Central.