Con el sonido inigualable de su ronroco, Gustavo Santaolalla se reencuentra con Praga tras 15 años
El músico y compositor argentino Gustavo Santaolalla, ganador de dos premios Oscar, regresa a Praga con un concierto único en Obecní Dům. Antes de su show, que tendrá a su instrumento favorito, el ronroco, como protagonista, el artista habló en exclusiva con RPI y adelantó por qué este concierto es completamente distinto a sus presentaciones anteriores en la capital checa.
Hacer una presentación breve de Gustavo Santaolalla es como intentar explicar una orquesta mencionando solo el piano. Nacido en Argentina, es músico, cantante, compositor y productor de míticas bandas y artistas de diversos géneros. Ganador de no uno sino dos premios Oscar a la mejor banda sonora original, por sus composiciones para las películas Secreto en la montaña y Babel, también se ha hecho con múltiples Grammys, un BAFTA y muchos otros reconocimientos.
Con toda su trayectoria a cuestas, el artista regresa a Praga tras 15 años para presentarse nada menos que en la sala Smetana de la Casa Municipal (Obecní Dům) con un concierto único, en el que los espectadores podrán disfrutar, sobre todo, del sonido inigualable de su instrumento favorito, el ronroco. Antes de su show, que forma parte del festival Mladí ladí jazz, Santaolalla conversó en exclusiva con RPI y nos contó por qué esta función en Praga será completamente distinta a las de sus visitas anteriores y qué sonidos se le vienen a la mente cuando piensa en esta ciudad. Que disfruten de la charla.
Para escuchar la entrevista completa, pueden hacer click sobre el botón de "Play" azul que aparece sobre la foto de portada.
El artista y su vínculo con Praga
“He estado unas cuántas veces en Praga, no te puedo decir cuántas, pero te aseguro que no fueron un par. Cuando estuve allí, estuve tocando con Bajofondo, y me encanta la ciudad. Estoy muy muy contento de volver, es un lugar hermoso y el público es genial, así que voy con algo realmente muy especial”.
A qué suena la capital checa
“Cuando pienso en Praga, pienso en cuerdas, en notas de chelo o de viola, más que de violín. La tengo asociada a sonidos graves, de peso”.
Arriesgarse y jugar
“Me gusta tocar instrumentos que no sé tocar, porque me ponen en una situación de peligro. Es una situación que me obliga a ser minimalista y me da una sensación de volver a ser un niño, de estar jugando. Me encanta que en inglés se dice to play and instrument. El hecho de que usen el verbo play, jugar, me parece muy acertado”.