Cincuenta empresas checas quieren hacer negocios en Irán
Un total de 50 empresas checas viajaron a Teherán con el ministro de RR.EE. checo, Lubomír Zaorálek, en busca de negocios. Irán se encuentro en estos momentos en la mirilla de muchos países de la Unión Europea.
Praga y Teherán mantuvieron estrechas relaciones durante el régimen comunista checoslovaco que exportó a la región maquinaria, motocicletas y productos de la industria pesada, por lo que apuesta por su retorno al codiciado mercado.
Zaorálek dijo que Irán es en la actualidad un país seguro y estable que ha servido como una especie de escudo contra el terrorismo y el la llamado Estado Islámico.
Además de los intereses particulares de cada uno de los países, la Comisión Europa estima que Irán se puede convertir en una importante fuente de gas natural para ayudar a Europa a deshacerse de la dependencia del gas ruso.
Para Irán el interés de los checos resulta atractivo por ejemplo en el campo de la energía nuclear y maquinaría de alta tecnología, mientras que a los iraníes les gustaría que los turistas checos y europeos vuelvan al país.
Los planes de la Comisión Europea resultan muy cercanos para Praga puesto que se centran en petróleo y gas, renovables, eficiencia energética, mercados de energía e infraestructuras energéticas.