Chequia dice adiós a las cabinas de teléfono
El inicio del fin de las cabinas de teléfonos empezó a escribirse con la aparición de la telefonía móvil en los años 80. En Chequia, la última cabina fue desconectada este jueves en un pueblo de Bohemia Central.
La primera cabina de teléfono empezó a funcionar en Chequia en 1911, tres décadas después de que se instalaran las primeras líneas telefónicas en esta parte del planeta.
El auge de las cabinas fue tal que con el correr del tiempo llegaron a instalarse más de 30 000 a lo largo y ancho del país. Al igual que en tantos otros países, la novedad llegó primero a las capitales y grandes ciudades.
En las Tierras Checas, los primeros 10 teléfonos públicos aparecieron en Praga, en el barrio de Malá Strana, la Plaza de la Ciudad Vieja, la Plaza de san Venceslao y en la Estación Central de trenes, que actualmente se conoce como Masaryk.
Después de 110 años de servicio, las cabinas de teléfono desaparecen de Chequia. Sin ningún tipo de ceremonia y en silencio fue desconectado el último teléfono público y removida la cabina de Hlubyně, un pueblo de 149 personas, en el distrito de Příbram.
La portavoz de O2, la compañía de telefonía que gestionaba las cabinas dijo que muchos habitáculos permanecen en algunas ciudades, pero ofreciendo otro tipo de servicios.
“Algunos municipios han optado por dejar las cabinas telefónicas sin dispositivos. Las están utilizando como "cabinas librerías" para la comunidad o como tablones de anuncios públicos. El número de cabinas telefónicas en las tierras checas llegó a un máximo de 30 000. Su número ha ido disminuyendo de manera constante y el año pasado había 1120 cabinas".
La compañía 02 venía eliminando las cabinas de pueblos y ciudades desde hace algún tiempo atrás. Debido a la progresiva falta de uso quedaron expuestas al vandalismo y crecieron los gastos de mantenimiento. En Praga desaparecieron todas el año pasado y a lo largo de 2020 se fueron desconectando las líneas de los teléfonos públicos.
A todo esto se sumó la decisión del Consejo de la Oficina de Telecomunicaciones de la República Checa de dejar de subvencionar los teléfonos públicos.
En 2019, los operadores dijeron que algunas cabinas se usaban solo una vez al mes, pero entonces era obligatorio que hubiera un teléfono público en las aldeas de al menos 400 habitantes. El año pasado, la cifra se redujo a 200 habitantes y perdió fuerza el argumento de que en muchos pueblos la señal de los móviles era muy débil.
El mayor auge de las cabinas de teléfonos se produjo en Checoslovaquia en la era comunista, cuando las familias a menudo tenían que esperar muchos años para adquirir un teléfono en sus hogares. Delante de las cabinas se formaron largas colas para utilizar los teléfonos públicos.
Más tarde fue posible hacer llamadas desde los vestíbulos de las estaciones del metro de Praga y otros lugares, aunque el vandalismo de los teléfonos públicos fue un problema incluso antes de 1989, los operadores sostienen que la lucha contra el vandalismo fue otra de las razones que llevaron a eliminar los teléfonos públicos.