Chequia apenas contribuirá al fondo de ayuda para África aprobado por la UE en Malta

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La República Checa y el resto de los países del grupo de Visegrád, formado además por Polonia, Hungría y Eslovaquia, contribuirán en total con tres millones de euros al fondo fiduciario de ayuda a África aprobado este jueves en Malta, una cantidad por debajo de las expectativas. Aumentarán sin embargo en 300 efectivos su participación en la Agencia de Protección de Fronteras Exteriores y a la Oficina Europea de Apoyo al Asilo.

El grupo de Visegrád (V4), que incluye a la República Checa, sigue presentando un frente común en las negociaciones europeas sobre la crisis migratoria. Este jueves acordaron una contribución conjunta de tres millones de euros al fondo fiduciario de ayuda a los países africanos acordado durante la cumbre de Malta.

Se trata de una aportación marcadamente modesta, si tenemos en cuenta que la misma cantidad han ofrecido por separado países como España, Francia, Alemania, Irlanda o Austria. Chequia, en solitario o junto al V4, exigirá además tener un representante entre los gestores del fondo para asegurarse de su buena administración.

La formación de este fondo se considera el mayor logro de esta cumbre europea, que contó también con la presencia de representantes de los países por los que pasan las rutas de emigración que conducen a Europa. El primer ministro checo, Bohuslav Sobotka, resumió así desde Malta las demandas de los países africanos.

Tomáš Prouza y Bohuslav Sobotka,  en Malta,
“Lo que destacaron los países africanos fue la necesidad de asegurar fuentes de agua potable y la creación de puestos de trabajo, especialmente a partir de la modernización y desarrollo de su agricultura y la industrialización de África”.

Si bien la reacción del V4 al fondo de ayuda a África ha sido tibia, la implicación de sus países miembro en la propuesta de reforzar las fronteras exteriores de la Unión Europea es más decidida. Checos, eslovacos, húngaros y polacos pondrán 300 efectivos más, entre expertos y funcionarios, para mejorar el funcionamiento de la Agencia para la Protección de las Fronteras Exteriores (Frontex) y de la Oficina Europea de Apoyo al Asilo.

Por otro lado, el grupo de Visegrád siguió reiterando en Malta su oposición al reparto de inmigrantes entre todos los países de la UE, apuntando a la presunta inefectividad del sistema ideado por Bruselas.

La unidad y confianza mutua del V4 en este sentido viene demostrada además por el hecho de que Sobotka representó en Malta no solo a la República Checa, sino también a Polonia. La primera ministra polaca, Ewa Kopacz, no pudo viajar a la isla por tener que asistir a primera sesión del Parlamento polaco, en la que dejó oficialmente su cargo.

Un plan contra la crisis migratoria con medidas concretas

En términos generales, todos los países europeos han quedado por debajo de las expectativas a la hora de financiar el fondo fiduciario. El plan original era reunir 3.600 millones, de los que 1.800 llegarían de las reservas comunitarias y otros tantos de las aportaciones de los estados. No obstante las contribuciones voluntarias han ascendido a tan solo 78 millones.

Visegrád,  foto: Burrows,  public domain
Aunque por ello la cumbre de Malta no puede calificarse de un éxito rotundo, sí que ha sido el escenario para el acuerdo de otras medidas concretas en colaboración con los gobiernos africanos.

Por ejemplo, se doblarán las plazas disponibles para África en el programa de intercambio estudiantil Erasmus y se pondrán en marcha proyectos piloto de emigración legal a Europa, el primero en Níger, que se supone reducirán el poder de las mafias de tráfico de personas. Disminuirá asimismo el precio de transferir dinero de Europa a África y a mediados del año que viene deberían empezar a funcionar nuevos programas de desarrollo en el Magreb y el Cuerno de África.

Por otra parte, y cambio de la contribución europea a su desarrollo económico, los países de tránsito se comprometen a la identificación y registro de los inmigrantes.