Arrestado antiguo policía de elite que cooperaba con el hampa
De héroe a malhechor. Así terminó el policía de elite Martin Foltýn quien fue el cabecilla de un grupo que funcionaba fuera de la ley y que se dedicaba a actividades delictivas. Fue arrestado por intimidar a un testigo por lo que puede ser condenado a 10 años de prisión.
La violencia, maltratos y la humillación de sus contrincantes se convirtieron en algo rutinario en las actividades del grupo que dirigía. Los miembros del llamado Grupo Delta disfrutaban fotografiando a sus víctimas, en la mayoría de los casos se trató de extranjeros o miembros de las minorías étnicas.
El presidente del Tribunal Distrital, Vladimír Sova, confirmó la detención de tres individuos que podrían recibir condenas de hasta 10 años de prisión.
“El Tribunal Distrital de Jihlava dio la orden de detener a tres sospechosos. Los cargos contra los detenidos son atraco, intimidación y extorsión”, indicó Sova.El Grupo Delta fue disuelto en julio de este año. El ciudadano vietnamita Hoang Son Lam no sobrevivió los brutales interrogatorios de Foltýn y sus colegas.
El policía Josef Srnský fue condenado a 10 años de prisión, mientras que otros dos compañeros pasarán tres años tras las rejas. Martin Foltýn recogió sus medallas, reconocimientos y galardones acumulados durante 13 años de servicio y anunció que dejaba el Cuerpo de Policía.
Sus conocimientos de lucha hombre a hombre, neutralización del enemigo, interrogatorios y todo lo demás que aprendió como policía de elite, lo puso al servicio del crimen organizado.
Martin Foltýn y dos de sus cómplices fueron detenidos cuando se preparaban a intimidar a un testigo. El hombre disponía de pruebas contra un miembro del crimen organizado. Foltýn y sus hombres habían amenazado de muerte al testigo, le enviaron dos granadas desactivadas como advertencia. Un comando de la Policía les detuvo en el momento en que prendían fuego a la puerta de la vivienda del testigo.El Director de la Policía, Petr Lessy, subrayó que la creación de semejante grupo es un grave fallo que no debe repetirse, porque el lema de los policías es proteger y ayudar, y no maltratar e intimidar.