Alemanes y polacos compiten por el mercado checo
Datos publicados por la Oficina de Estadísticas Checa indican que los importadores minoritarios de alimentos en Chequia prestan atención al precio y no a la calidad. Muchos productos de calidad permanecen en los estantes de las tiendas ya que el propio consumidor escoge el de menor precio sin importarle mucho la calidad.
La caída de la demanda de carne polaca llegó pisándole los talones a un escándalo acaecido un año anterior tras la aparición de sal técnica en una serie de productos de carne polaca que Varsovia se negó a identificar.
Poco después, la Oficina de Inspección de Alimentos Checa detectó pescados congelados caducados de Polonia y carne de caballo sin etiquetas de procedencia en el mercado checo.
Productores alemanes y en parte checos han llenado el vacío, aunque los importadores de carne alemanes tenían una gran ventaja sobre los nacionales, no sólo debido a su mayor competitividad, sino también debido a que varias cadenas de tiendas en la República Checa son alemanas y, naturalmente, prefieren proveedores de la madre patria.
Las importaciones de alimentos procedentes de Polonia creció un 7,5 por ciento el año pasado, en comparación con un aumento del 8,4 por ciento en 2012. Aunque los consumidores checos volvieron temporalmente la espalda a la carne polaca, las importaciones de frutas y verduras compensaron la caída. Las importaciones de vegetales congelados casi se triplicaron, pero las importaciones de alimentos de Alemania aumentaron del 12% en 2012 al 13,5% el año pasado.
