“Aire”, un flamenco sin fronteras
Una mirada al alma femenina y a las diversas caras de la expresión de baile más conocida de España es lo que ofrecerá en Praga el espectáculo Aire, protagonizado por un elenco de diferentes culturas.
Siete mujeres de distintas nacionalidades, unidas por la pasión al arte del flamenco y las ganas de contar historias, son las responsables del surgimiento de la Compañía de Danza Flamenca de Virginia Delgado que desde 2014 promueve este arte en la República Checa, que fue en 2010 declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Sus integrantes actualmente ensayan para presentar su último proyecto “Aire” que tendrá lugar el próximo 28 de abril en el Teatro ABC (Divadlo ABC), en Praga. La bailaora madrileña Virginia Delgado compartió con Radio Praga más detalles.
“Aire es un espectáculo que ofrece dos vertientes; una parte es un flamenco más tradicional y otra es lírica. Para esta última he elegido una composición del compositor francés Erik Satie y no desvelo qué pieza va a ser porque me gustaría que se sorprendieran. El flamenco es actualmente un lenguaje universal que puede ser comparable al jazz a nivel musical y se puede adaptar a otros estilos. Creo que en “Aire” se pueden ver estas dos diferencias, musicales y dancísticas”.Un elenco internacional
El espectáculo se caracteriza por un aire internacional; sus integrantes proceden de Armenia, España, República Checa y Eslovaquia. El acompañamiento musical correrá a cargo del guitarrista eslovaco Morenito de Triana y de los músicos checos Michael Cába y Václav Greif quienes sazonarán el espectáculo con sonidos de percusión y piano, respectivamente. Virginia explica las principales razones para no perderse la presentación.
“Aire tiene una trama con la que se puede identificar cualquier persona. Van a ver cómo son capaces de defender este arte y lo bien que lo hacen. Es una muestra de que el flamenco no tiene fronteras. Hay muchos colores dentro del espectáculo y espero que lo disfruten”.
Aire: lo primero y lo último
Aire es una palabra con numerosas connotaciones que refleja la riqueza expresiva del espectáculo, prosigue Virginia.
“Es muy poderosa: cuando llegamos a este mundo, lo primero que recibimos es una bocanada del aire. Cuando nos despedimos, es lo último. Partiendo de esta base, me parece una palabra muy potente y es muy flamenca, ya que se puede escuchar en muchas letras. Es romántica y tiene muchos colores”.
"El flamenco es como una terapia"
De acuerdo con Virginia, el flamenco fuera de España sigue representando un arte exótico y desconocido que dispone de un poder especial; cuando cautiva a una persona, suele convertirse en su pasión a largo plazo.
“Es algo que conecta desde el minuto cero y una vez que se empieza, no hay marcha atrás y continúan. Me dedico también a la docencia y veo la evolución, ya no es solo asistir a clases, sino que tienen interés en ir a España a los cursos y a los festivales. Se sumergen en el mundo del flamenco. Sobre todo, veo como abre estas emociones, creo que es como una terapia. Trata la emoción muy desde cerca, piel con piel. Te permite expresar lo que es muy necesario hoy en día y liberarse y disfrutar".
Según Virginia, lo más duro a nivel físico es la técnica del flamenco y la capacidad de compaginarla con las diferentes expresiones, que se transforman desde alegría a la tristeza y el dolor.
“Diferenciar y encajar cada situación es complicado. Lo van consiguiendo. Creo que en España nacemos con esto de alguna manera y quizás tenemos otro tipo de expresarnos. Fuera de España no es tan común. Conseguir en esto es una pasada”.
Virginia señala que la mayoría de sus alumnas en la República Checa son mujeres de edades entre 40 y 60 años, cuya energía y entusiasmo son inagotables.
“En los primeros años pensé que no iban a continuar porque es duro para ellas. El flamenco es un baile que no puedes bailarlo un fin de semana en un local como salsa, por ejemplo. Está muy limitado en este sentido. Pero continuaban y creo que si el primer año han superado esta barrera, ya están preparadas para navegar en este apasionado mundo del flamenco”.
Virginia Delgado se dedica al flamenco y la danza española desde sus doce años de edad, y realizó sus estudios con grandes maestras como Isabel Quintero y Belén Maya.
A la República Checa llegó hace 11 años sin conocer a nadie de su gremio. No tardó mucho tiempo en entablar contacto con los organizadores del Festival Ibérica que se celebra anualmente en la ciudad de Brno, así como con los miembros del Centro de la Cultura Española en Pilsen quienes, además de otras actividades, organizan el concurso Flamencopa.
Además de su labor docente, el reto de los próximos meses para Virginia es llevar el espectáculo “Aire” por diferentes rincones de la República Checa. De momento quedan confirmadas las ciudades de Beroun, Zlín, y también Bratislava, Eslovaquia.