Zeman defendió en Austria la expulsión de los sudetoalemanes en 1946

El presidente de la República Checa, Miloš Zeman, declaró durante su visita a Austria, que la expulsión de los alemanes de los Sudetes fue un castigo proporcional a su traición, y menos dramático que la pena de muerte. Valoró sin embargo al diez por ciento de los sudetoalemanes que se opusieron a Adolf Hitler. El mayor representante de los sudetoalemanes en Austria, Gerhard Zeihsel, negó por su parte que la minoría alemana de Checoslovaquia fuera responsable de la ocupación nazi del país y rechazó que se pueda dividir a los alemanes de los Sudetes en buenos y malos. En 1946 unos dos millones y medio de alemanes fueron expulsados de Checoslovaquia, acusados de colaboración con el enemigo. Entre 20.000 y 200.000 murieron durante el desplazamiento forzoso. A unos 244.000 se les permitió quedarse.