Solucionado el caso Regecová contra el Estado

El nombre de Markéta Regecová es conocido desde hace varios meses en toda la República Checa. Todo empezó cuando el Estado checo autorizó a la firma holandesa a construir una fábrica de tubos de pantalla en la localidad de Hranice. Pero para la creación de la zona industrial hacían falta terrenos.

Entre los propietarios de los solares necesarios estaba Markéta Regecová, sólo que a ella la alcaldía de Hranice le ofreció menos que a los demás por cada metro cuadrado. Markéta se hizo con un abogado y al Estado "le salió el tiro por la culata": aconsejada por el legado, Markéta pidió mucho más dinero por sus terrenos, y después de meses de conflicto el tribunal terminó por fallar a su favor.

A finales del año pasado la alcaldía de Hranice ofreció sucesivamente varios precios para la compra de los terrenos necesarios para la construcción de una fábrica de Philips, pero Markéta Regecová los rechazó todos.

Tras prolongadas y agitadas disputas entre la dueña del solar y la alcaldía de Hranice, el propio consorcio holandés Philips optó por tomar cartas en el asunto y pagarle a Regecová la suma que exigía y que fuentes extraoficiales consideran que oscila entre los 250 y los 500 mil dólares. Sin embargo, Philips exigirá que la alcaldía de Hranice le reintegre luego ese dinero.

Según los analistas, a los concejales no les quedará otro remedio que pagar porque en caso contrario se verían obligados a pagar una multa muy elevada, a la vez que se vería amenazada la creación de casi 4 mil puestos de trabajo en la localidad.

Inicialmente, la alcaldía de Hranice se había comprometido a vender los terrenos a la firma Philips antes de finales de noviembre del año pasado y la sanción por cada día de retraso no es nada de despreciar. No obstante, el alcalde de Hranice, Rudolf Novák, asegura que el pago de la suma solicitada por Markéta Regecová arruinaría el presupuesto de la ciudad.

El caso de Markéta Regecová abrió una discusión sobre un tema de interés público. Para evitar que se produjeran casos semejantes en lo sucesivo, un grupo de diputados socialdemócratas elaboró un borrador de ley que posibilitaría la expropiación de terrenos destinados a la creación de zonas industriales. Sin embargo, los diputados de derecha rechazaron dicho proyecto a pesar de que éste contaba con el apoyo del primer ministro, Milos Zeman.