Ruzena Vacková

El 24 de abril se cumplieron 100 años del nacimiento de la profesora de la Universidad Carolina de Praga, Ruzena Vacková. Por su extraordinaria integridad moral y espiritual, la profesora Vacková fue perseguida por las dos más horrorosas dictaduras totalitarias del siglo XX, la nazi y la comunista.

"Ruzena Vacková fue una de las mujeres más grandes de la nación checa, aunque sólo pocos se dan cuenta de ello," constató en los años 80 del siglo pasado el teólogo checo y disidente anticomunista, profesor Josef Zverina.

Casi todo el siglo XX con sus encrucijadas éticas se grabó en el destino de la profesora Vacková. Y esta valiente mujer lo aceptó como un reto, al que reaccionó con un extraordinario heroísmo.

Nació el 24 de abril de 1901 en la ciudad morava de Velké Mezirící, en la familia de un médico que pertenecía al amplio grupo de amigos del primer presidente checoslovaco, Tomás Garrigue Masaryk, y del escritor Karel Capek. Su madre descendía de una familia de abogados.

Después de la fundación de la República Checoslovaca en 1918, Ruzena Vacková se trasladó a Praga, matriculándose en la Universidad Carolina para estudiar historia del arte, filosofía y estética. En 1930 adquiere el cargo de profesora auxiliar y 17 años más tarde es nombrada catedrática. Fue la segunda mujer en titularse catedrática en la historia de la Universidad Carolina de Praga.

En el curso de los años treinta se desempeñó como destacada científica en la arqueología clásica y la historia del arte, publicando estudios teóricos sobre el arte dramático y reseñas. Gracias a su profunda fe cristiana, Ruzena Vacková se incorpora a los círculos de intelectuales católicos de la época, pero mantiene relaciones también con intelectuales de orientación izquierdista.

Tras la ocupación hitleriana de Checoslovaquia en 1939, la entonces profesora auxiliar Vacková se niega a participar en un congreso arqueológico en Berlín por no compartir la ideología nazi del gobierno alemán. Al mismo tiempo, se incorpora activamente a la resistencia clandestina checa.

En 1945, antes de finalizar la Segunda Guerra Mundial, fue detenida por la Gestapo. En la celda de la cárcel capitalina de Pankrác esperaba la ejecución, mientras que por aquellos días finales de la conflagración europea, en Praga estallaba el Levantamiento de Mayo. Afortunadamente, los ocupantes ya no alcanzaron aplicarle la pena capital.

Entre los años 1945 y 1948, la profesora Vacková publicó sus mejores estudios en los que trató de esclarecer la confusa terminología de la época. Se esfuerza por la distinción consecuente entre las ideas y la ideología, el progreso y el desarrollo. Al mismo tiempo, continúa desarrollando actividades en los círculos de intelectuales católicos checos que defendían la fe cristiana contra el avance del totalitarismo comunista.

El 25 de febrero de 1948, día clave del golpe de Estado comunista, la profesora Vacková fue la única pedagoga universitaria que acompañó a los estudiantes en su manifestación en defensa de la libertad y la democracia. Debido a esta solidaridad suya, fue expulsada de la Universidad junto con todos los estudiantes que participaron en la manifestación.

El 22 de febrero de 1952 fue detenida, y por la falsa acusación de ser espía del Vaticano y de EE.UU., fue condenada a 22 años de prisión. En las más duras cárceles femeninas pasó 15 años, siendo puesta en libertad y rehabilitada como una de los últimos presos políticos checos tan sólo en vísperas del intento reformista de los comunistas checoslovacos en 1968, conocido bajo el nombre de "Primavera de Praga" o „el socialismo con rostro humano".

Después de la ocupación soviética, la rehabilitación oficial fue abolida y la profesora Vacková se incorporó a las actividades de los disidentes checoslovacos, impartiendo clandestinamente conferencias sobre el arte y el cristianismo. No es de extrañar que su nombre figure en la lista de signatarios del famoso documento democrático "Carta 77".

La profesora Ruzena Vacková falleció el 14 de diciembre de 1982, después de haber recibido la más alta orden papal "Pro ecclesia et pontifice", introducida clandestinamente en la Checoslovaquia de entonces en un paquete de cigarrillos. En 1992, el presidente Václav Havel le otorgó in memoriam la Orden Tomás Garrigue Masaryk. Los estudios científicos de Ruzena Vacková, así como las conferencias que impartiera en la cárcel y en la clandestinidad fueron publicados después del desmoronamiento del régimen comunista en 1989.

Autor: Vít Urban
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