Rokycany, antiguo bastión de los husitas

La región de Rokycansko, situada en Bohemia Occidental, figura entre las menos extensas de la RCh. En el pasado fue una de las más importantes zonas de producción metalúrgica del país, ya que en su territorio se hallaban yacimientos del mineral de hierro. La capital de esa región, la ciudad de Rokycany, que tiene hoy día unos 15 000 habitantes, fue un centro importante durante las guerras de los Husitas, movimiento religioso que exigían reformas de la Iglesia católica.

Los primeros registros de la ciudad de Rokycany datan del año 1110 y están relacionados con la lucha de dos príncipes checos, Vladislav y Borivoj por el trono. La disputa al final la ganó el príncipe Vladislav.

Por el año 1290 Rokycany obtuvo el fuero de ciudad. La historiadora Radka Cervená, del museo local señaló que, aunque la región de Rokycany es la más pequeña del país, todos los ciudadanos se sienten muy orgullosos de su origen.

"Eso se debe probablemente a que cerca de aquí está la ciudad de Pilsen, y siempre existían disputas religiosas entre la Pilsen católica, por un lado, y la ciudad de Rokycany, en el pasado un centro importante del movimiento reformador de los husitas, por otro. De aquí proviene el maestro Juan Rokycana, quizás el más destacado oriundo de esta ciudad, que fue el primer arzobispo utraquista checo, es decir seguidor de la comunión bajo las dos especies, la sangre y el cuerpo del Señor".

La ciudad de Rokycany fue un bastión importante de los husitas, un movimiento que en la primera mitad del siglo 15 luchaba por reformar la Iglesia Católica inspirándose en el pensamiento de Juan Hus.

Después de que estallara la guerra de los husitas, la Iglesia católica trató de excomulgar a los seguidores de esa doctrina.

En 1421 el legendario caudillo husita Juan Zizka con sus huestes defendió ese lugar estratégico, pero la ciudad de Rokycany fue finalmente conquistada y saqueada por los católicos de la vecina ciudad de Pilsen. Posteriormente, la dinastía católica de los Svamberk, dominó la ciudad, permaneciendo en ella 62 años, hasta que los ciudadanos lograran rescatarse de su poder pagando 120 sesentenas de groses checos.

En la segunda mitad del siglo 16, el emperador, Rodolfo II, concedió a Rokycany el fuero de la ciudad real. Su posterior prosperidad de casi 100 años fue interrumpida por la Guerra de los Treinta Años, que trajo como consecuencia pobreza y miseria. En 1624 los jesuitas y un batallón del emperador realizaron una recatolización forzada de los ciudadanos y las más destacadas familias de la ciudad de Rokycany se vieron obligadas a refugiarse en el extranjero.

En 1639 las tropas suecas saquearon durante tres días la ciudad. Tres años más tarde, la población fue aterrorizada por el llamado "diezmado del batallón de Mandlon", según explicó la historiadora Radka Cervená.

"Al final de la Guerra de los Treinta Años, en 1642, el batallón de Mandlon fue perseguido. Éste fue inculpado de que las tropas del emperador fueran derrotadas por los suecos en la batalla de Breitenfeld (cerca de Lipsia). El castigo fue cruel; cada décimo soldado de dichas tropas fue ejecutado en la plaza de la ciudad de Rokycany ".a

El lugar de la ejecución es recordado por el túmulo llamado "La cruz negra", en el que yacen los restos de los soldados ejecutados. Según indicó la historiadora Radka Cervená, casi un siglo después de dicha guerra, un incendio destruyó prácticamente toda la ciudad.

"La ciudad de Rokycany pasó por un desarrollo agitado. Después de la devastadora guerra contra los suecos, en el año de 1784 toda la ciudad fue destruida por un incendio. Se salvaron sólo tres casas y la renovación del lugar duró varias décadas", sostuvo la historiadora.

Debido al destructivo incendio, la ciudad de Rokycany carece de monumentos históricos de la época del barroco y del renacimiento. La casa de Dumet, que proviene del siglo 14, y lleva el nombre de su dueño, es una de las pocas joyas arquitectónicas locales que se han conservado hasta el presente. El ayuntamiento fue edificado en el siglo 18 tras el incendio. En su fachada podemos divisar el escudo municipal: un arzobispo sin manos entre dos torres.

Y pasemos a la historia más reciente de Rokycany. Al final de la Segunda Guerra Mundial, el 7 de mayo de 1945, de madrugada, entraron en la ciudad los primeros carros blindados estadounidenses, y dos días después llegaban las primeras unidades exploradoras del Ejército ruso. Así que se puede decir que en Rokycany se realizó el primer encuentro de los dos Ejércitos libertadores de Checoslovaquia. En ese lugar, en la llamada línea de demarcación, recuerda hoy en día ese hecho histórico un monumento.

La región de Rokycansko fue hasta finales del siglo 19 una de las más importantes zonas metalúrgicas del país. En el museo local es posible admirar el trabajo de los herreros de obras de arte, y cada año se celebran en este lugar competiciones de trabajos de herrería.

El museo fue fundado en 1905 y dispone de una de las más importantes colecciones paleontológicas de Europa, según explicó la directora del museo, Miroslava Sandová.

"Nuestra exposición es única, ya que contiene colecciones de trilobites de la era primaria más antigua. En aquél entonces se hallaba aquí un mar poco profundo. Los animales que vivían aquí por aquellos tiempos y se petrificaron, forman en la actualidad la base de nuestras colecciones".

Además de los fósiles o los objetos de herrería, los visitantes pueden conocer de otras curiosidades. Por ejemplo, existe un documento que comprueba que el atleta Jindra Jirsák batió en junio de 1914 el récord en salto de pértiga de la Monarquía Austro-húngara, superando los 3,74 m.

10
49.742214200000
13.594652200000
default
49.742214200000
13.594652200000