"Recomiendo a todos estudiar el checo en Praga"
El español Rogelio Martí Lapiedra es oyente de Radio Praga. Trabaja como profesor de idiomas en Castellón de la Plana. A la República Checa llegó por segunda vez para asistir a los cursos de idioma checo que cada verano organiza la Universidad Carolina de Praga.
"Siempre me han interesado países de lengua eslava y como soy profesor de lengua extranjera en España, el año pasado me decidí venir a la República Checa para aprender el checo. Al inicio no sabía exactamente qué idioma aprender. Si el checo, el eslovaco o el croata. Al final me decidí por el checo".
¿No se arrepiente?
"Hay momentos en que sí porque el curso es muy difícil. La lengua checa es muy difícil de pronunciarla, de manera que hay momentos cuando me desanimo un poco. Pero luego continúo adelante".
¿Qué le resulta lo más difícil en el idioma checo?
"Hay dos cosas. Una cuando hay tres o incluso cuatro consonantes solas sin una vocal. Y luego que hay varios tipos de "s" que son muy parecidas".
¿Logró avanzar durante sus estudios en Praga?
"Un poco he avanzado. No tanto con la pronunciación, pero ahora entiendo cuando los checos hablan por la calle".
¿Estudia el checo también por medio del espacio "Hable checo con Radio Praga"?
"Por supuesto. Este programa me facilita aprender nuevas palabras cada semana. Cuando vengo aquí ya conozco palabras de diferentes temas".
¿Tiene una historia o experiencia que pueda compartir con los oyentes?
"Lo que sí es una experiencia muy bonita es estar en la universidad acompañado por unos 200 estudiantes de todo el mundo que venimos todos no solo para aprender el idioma, sino para ver el país que es muy bonito y muy verde en contraposición a España. Y también para conocer las costumbres y la historia de este pueblo. Es una experiencia fenomenal que la recomiendo a cualquier oyente hispanoamericano. Aunque a lo largo del mes de estancia no aprenda hablar el checo".¿Qué impresiones se lleva de la República Checa?
"Cada vez que lo veo me gusta más. Sobre todo el paisaje y las ciudades. Las fachadas de las casas son muy bonitas. Además, en todo el país hay muchos teatros y óperas. Otra cosa, en contraposición a mi país que es muy seco y tiene poca agua, en la República Checa uno encuentra muchos ríos y bosques muy frondosos".
¿Qué lugares de la República Checa tuvo la oportunidad de conocer?
"Las ciudades que me han gustado son, por ejemplo, Olomouc, Praga y también el centro de Ostrava. Todos me dijeron que es una ciudad fea y que no valía la pena visitarla porque tiene una larga historia minera. Pero el centro de Ostrava está muy bien conservado. Y luego, por supuesto, Karlovy Vary. Recomiendo a cualquiera que venga aquí que no deje la oportunidad de visitar Karlovy Vary".
¿Tiene previsto continuar en el estudio del idioma checo y regresar eventualmente para este fin a Praga?
"Naturalmente. Dado que el proceso es muy lento hay que venir varios veranos seguidos y aprovechando que el país es muy bonito por supuesto que voy a continuar".