Prohíben la venta de aguardiente en kioscos del país

Foto: ČTK

El Gobierno ha prohibido la venta de aguardientes en kioscos de todo el país para contrarrestar la ola de muertes causadas por el alcohol ilegal que se ha cobrado desde el domingo numerosas víctimas mortales. El Gobierno incluso baraja la posibilidad de introducir una prohibición general, en caso de que la situación no mejore.

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Está prohibido servir y vender aguardientes con contenido de alcohol superior al 30% en estancos y otros puestos de venta ambulantes de la República Checa. La directriz es válida hasta nuevas órdenes. Así lo anunció este miércoles el ministro de Salud, Leoš Heger, quien no descartó la posibilidad de introducir una prohibición a nivel general, en caso de que el alcohol ilegal siga causando muertes en el país.

“En caso de que la situación empeore, es decir, si sigue creciendo el número de muertos y enfermos, nos veríamos obligados a implantar medidas más rigurosas. En los próximos días tendríamos que introducir una prohibición general de alcohol destilado en todas las tiendas y restaurantes del país”, subrayó.

Leoš Heger,  foto: ČTK
La Policía sigue controlando los estancos en todo el país, pero aún no ha logrado encontrar la fuente de distribución del alcohol peligroso que ha matado hasta el momento a 18 personas y ha dejado a otras 30 hospitalizadas en estado grave.

Los inspectores tienen las órdenes de proceder de manera rigurosa contra los dueños de los puestos callejeros que no respeten la nueva orden gubernamental y tienen el derecho de cerrar los kioscos que ofrecen alcohol adulterado e imponer elevadas multas a los vendedores indisciplinados, según resaltó el primer ministro, Petr Nečas.

Petr Pavlík
“Quisiera asegurar a la población que todos los cuerpos estatales de control y represión están buscando sin pausa a los culpables de la situación actual. El Gobierno ha creado un comité de crisis y miles de policías, aduaneros e higienistas están en alerta y hacen todo lo posible para desvelar el origen de las intoxicaciones”, sostuvo.

La eventual introducción de la “ley seca” causaría enormes daños tanto a los productores y distribuidores de bebidas alcohólicas, como al Estado que perdería cientos de miles de euros que cobra a diario por los impuestos sobre el consumo de alcohol. Así lo resaltó el jefe de la Unión de Productores e Importadores de Alcohol (UVDL), Petr Pavlík, agregando que dicha medida sería contraproducente, ya que haría crecer el mercado negro, según lo comprueban los precedentes históricos.

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Los países vecinos también están en alerta. En Polonia, dos personas fallecieron intoxicadas por el metanol, aunque por el momento no se sabe, si su muerte fue causada por el aguardiente comprado en un kiosco o hecho en casa. También Eslovaquia ha introducido rigurosos controles para prevenir venta de bebidas alcohólicas peligrosas.

Autor: Roman Casado
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