Por la frontera checo-alemana pasa un intenso flujo de inmigrantes rumbo a la UE

UE

Según un informe del Servicio de Inteligencia alemán, en el territorio de la República Checa esperan 200 mil inmigrantes ilegales que desean cruzar la frontera con Alemania o Austria, en busca de mejores condiciones económicas. Se trata sobre todo de inmigrantes procedentes de Bielorrusia, Ucrania y Rusia, pero también de Vietnam y Afganistán.

Por la frontera checo - alemana, de 800 kilómetros de extensión, pasa el principal flujo de inmigrantes ilegales a la Unión Europea. Así lo dice el citado informe del Servicio de Inteligencia alemán. Jirí Vokus, del departamento de prensa de la policía checa, no confirmó la cifra de 200 mil inmigrantes extranjeros dispuestos a invadir la Unión Europea desde el territorio checo. Precisó, no obstante, que en lo que se refiere a la inmigración ilegal, el año pasado fueron detenidas en la República Checa más de 32 mil personas.

En el camino rumbo al Occidente Dorado los inmigrantes escogen a la República Checa como país de tránsito ya que consideran permeable tanto la frontera checo- eslovaca, al Este, como la checo- alemana, al Oeste. Los representantes del Ministerio de Interior checo afirman que últimamente la custodia de las fronteras del país empieza a mejorar. En la frontera con Alemania los guardafronteras disponen de mejores equipos técnicos, y la frontera montañosa con Eslovaquia es custodiada en algunos tramos por destacamentos especiales de la policía, tal como había exigido la Unión Europea.

Sin embargo, los guardafronteras checos hacen frente a astutas bandas criminales que han convertido el tráfico de personas en un rentable negocio. El inmigrante ilegal que desea cruzar clandestinamente la frontera checo- alemana se ve obligado a recurrir a una de esas bandas y pagar 1500 marcos o más. Los guías clandestinos que conocen perfectamente el terreno en la frontera llegan a ganar en dos horas 30 mil coronas, equivalentes a dos salarios medios mensuales en la República Checa. Aunque últimamente terminan tras las rejas más traficantes de personas, parece que las penas no son todavía lo suficientemente disuasivas.