Nueva Cámara Baja puede obstaculizar la devolución de las propiedades a las iglesias
El presidente Miloš Zeman considera que la nueva Cámara de diputados, que resultará de las elecciones anticipadas, debe modificar la ley sobre la devolución de las propiedades a las iglesias. Sobre todo en lo referente a la devolución de recursos financieros, dijo el mandatario en entrevista para el canal de televisión Prima.
El presidente Miloš Zeman considera que la nueva Cámara de diputados, que saldrá de las próximas elecciones anticipadas de octubre, debe enmendar la ley y devolver menos de lo aprobado anteriormente por el Gobierno y el Parlamento.
Los comunistas proponen, por ejemplo, la convocatoria de una consulta popular al respecto, pero el mandatario está a favor de una medida más rápida, según declaró a la televisión Prima.
“Una solución posible la representa la convocatoria de un referéndum, pero yo creo que una solución más rápida y efectiva es, sin duda, enmendar las leyes por la vía parlamentaria”.
Las iglesias han optado por no comentar, al menos por el momento, las declaraciones del presidente, según indicó el Secretario General de la Conferencia Episcopal, Tomáš Holub.“En este momento no vamos a participar en ningún debate, nos parece que se trata de un asunto de campaña electoral y no de una negociación concreta”.
Mientras que el Partido Socialdemócrata y los comunistas insisten en que hay que revisar y enmendar el monto de los recursos financieros aprobados por el Gobierno y la Cámara de diputados anteriores, como compensación a las iglesias, los partidos Cívico Democrático y TOP 09 insisten en que no hay que cambiar nada.
Todo parece indicar que los partidos de izquierda utilizarán la eventual enmienda a la devolución de las propiedades a las 17 congregaciones registradas en el país, como parte de sus campañas para los comicios que se avecinan.
La ley aprobada por el Gobierno y Parlamento anteriores cuenta con la devolución del 56% de todas las propiedades confiscadas por los comunistas, y que ahora están en manos del Estado, por un valor de 2.900 millones de euros, junto a una compensación financiera de 2.300 millones de euros que se pagarán a plazos durante los próximos 30 años.Se estima que el régimen comunista expropió a las iglesias unos 2.500 edificios, 175.000 hectáreas de bosques y 25.000 hectáreas de tierras laborables.
La devolución del patrimonio a las organizaciones religiosas tendrá como resultado la separación de la Iglesia y el Estado, que se llevará a cabo en un periodo de transición que durará 17 años.