“Hay un honor, un respeto y una idea. Somos luchadores, esa es nuestra vida”
Una película de acción del este de Chequia presenta a dos españoles como los principales antagonistas en la historia de un secuestro. Los creadores del corto amateur comparten con nosotros sus sueños de la infancia, sus motivaciones para llevar a cabo la película y su espíritu luchador.
En el cortometraje de acción “Na férovku 2” la ciudad de Karviná, de la región de Silesia se convierte en escenario del secuestro de una joven por parte de la mafia española. Como consecuencia, su padre, recién liberado de prisión, hará lo que sea para recuperarla. Así es el argumento de la película que surgió gracias a Lukrecius Chang, un amante del género de acción y las artes marciales. Chang explica para Radio Praga Internacional dónde nació el impulso del corto.
“Desde que era pequeño quería salir en películas de acción. Mi mayor héroe era el actor belga Jean-Claude Van Damme, especialista en artes marciales, y desde pequeño no tenía otra cosa en la cabeza que eso, que iba a ser un héroe de acción”.
Chang, que fue el que impulsó el proyecto hacia adelante, figura también como actor en la pieza. Nos cuenta cómo fue el proceso de juntarse con el equipo que llevó a cabo ese sueño de la infancia.
“Lo tenía en la cabeza desde hacía mucho tiempo, y aún no había encontrado un equipo que pudiera hacerlo realidad. Al final nos encontramos a través de las redes sociales, así que fue una gran casualidad, nos llamamos y llegamos a un acuerdo. Son tan entusiastas como yo, por lo que estoy muy contento de que se hayan metido de cabeza conmigo”.
El director y guionista, Petr Gergon Neuman, comentó a su vez las ideas presentes en el corto, en el que figuran los españoles Alberto Hidalgo y Esteban Zapata.
“La idea más importante de la película y el mensaje que intentamos transmitir es hacer que la gente piense en cómo utiliza las redes sociales. Por un lado que reflexionen sobre lo que consumen en ellas, es decir, qué información, qué canales, qué fuentes siguen... Y al mismo tiempo, pensar también en lo que comparten de sí mismos, si les puede ayudar de alguna manera, si puede servir para desarrollar algún negocio, compartir alguna habilidad. O si en cambio les puede afectar de forma perjudicial y alguna de esa información podría servirle a alguien para burlarse o intimidar al usuario, o algo mucho peor, como es el caso en la película”.
Afirmó el director que el secuestro es el incidente detonante de la trama del corto. Por otro lado, Jan Sýkora, especialista y profesor de artes marciales comentó el proceso detrás de las secuencias de acción, de las cuales fue el coreógrafo a cargo.
“Bueno, tenemos tres escenas de lucha en la película. Cada escena es única de alguna manera, intentamos contrastar numerosos estilos. Además, hemos intentado mostrar a cada uno de los actores, los luchadores, con la mejor luz posible y sacar los mejores movimientos. Hay, por ejemplo todo tipo de patadas giratorias. Estas son cosas que no se verían en una pelea callejera”.
También comenta el luchador las diferencias entre las competiciones de artes marciales o su uso en peleas reales con el cine.
“En las competiciones se trata de la dinámica del poder, a veces de la agresión, dentro de unas ciertas reglas. Derrotar al oponente lo más rápido, lo más eficazmente posible. En esta película, intentamos mostrar lo mejor de las artes marciales. Por eso usamos técnicas que nunca se usarían en una pelea o en una situación de defensa personal. En el cine es diferente porque intentas presentar las artes marciales de forma atractiva. Yo me encargaba de coreografiar las escenas de lucha e intentaba mostrar las técnicas más interesantes, la mejor coordinación de movimientos, etc., en un tiempo limitado”.
El coreógrafo y ganador de numerosas competiciones internacionales recalca, además, algunas de las cualidades más importantes del deporte.
“Las artes marciales son también una forma de cultivar el espíritu. Hay algunos valores en ello. En nuestras clases, por ejemplo, intentamos inculcar que, desde el primer momento en que llegas al gimnasio, debes seguir algunas reglas. La más básica es no hacer daño a otra persona. Creo que hay una belleza en esta disciplina que se ha perdido en estos tiempos, y es una pena porque es algo que ha estado con nosotros durante cientos, tal vez miles de años. Y la gente se olvida de ello”.
Las artes marciales fueron a su vez el puente que conectó al equipo checo con los actores españoles, ya que uno de ellos se conocía personalmente con Sýkora justamente a través de competiciones de artes marciales, en las cuales surgió la idea de una colaboración. Las artes marciales son también un eje vital para Lukrecius Chang, que explicó que el nombre de la película “Na férovku” viene de una expresión que se utiliza entre los luchadores de Karviná cuando, en plena calle, deciden arreglar cuentas.
“Cuando decimos eso, significa que habrá violencia sangrienta, nos golpearemos, nos daremos de patadas en la cabeza, saltos, giros… es un arte marcial. Hay un honor, un respeto y una idea. Somos luchadores y se supone que debemos luchar, esa es nuestra vida”.
Concluyó el luchador, cuya película se encuentra disponible en la plataforma de Youtube junto a un documento del making off del corto.
