El calor extremo de este verano es un anticipo de lo que vendrá
‘El calor nos está matando’, esta popular expresión se ha vuelto realidad nuevamente. Este verano, el calor extremo se ha cobrado más de 47.000 vidas en Europa.
En la República Checa las estaciones de medición registraron el primer día tropical ya el 7 de abril y en septiembre se siguen batiendo récords de calor inusuales para estas latitudes. Esto demuestra que el clima está cambiando a un ritmo acelerado en diferentes zonas del planeta.
Para Ondráš Přibyla, director del programa Fakta o klimatu, que se dedica al estudio del clima, este verano ha sido atípico para la República Checa y se encuentra entre los cinco más cálidos según los registros. Esto se puede interpretar como una clara muestra de que el cambio climático se acelera, según dijo el experto a la Radio Checa.
“En los últimos años hemos podido observar como el calor es más intenso y se prolongan las series de días tropicales. Y esto es una clara manifestación del cambio climático”.
A pesar de que los científicos en todo el mundo prestan gran atención al clima, lo que está ocurriendo este año les ha tomado un poco por sorpresa, agregó Přibyla.
“Los dos últimos años son bastante especiales desde un punto de vista global. La diferencia de temperatura aumentó significativamente más de lo que se pensaba. Era de esperar un aumento porque se acerca el fenómeno de El Niño, pero ningún científico esperaba un salto tan grande”.
Al referirse a los riesgos que deberá enfrentar la República Checa como consecuencia del cambio climático, Přibyla indicó que no hay peligro de huracanes ni de temperaturas de 50°C ni de otros extremos que atenten contra la vida de la población. Se notará un aumento de las temperaturas a tal punto que en 2050 se recordará el verano de 2024 como una estación fresca.
“La República Checa está dentro del continente y el agua que nos llega es la que llueve sobre nosotros. Como resultado, podemos volvernos propensos a la sequía. Esto lo vivimos entre 2015 y 2020, cuando en el país se registró una sequía extrema”.
En cuanto al aumento gradual de las temperaturas, los especialistas sostienen que la tendencia es bastante clara. Y eso es 0,3°C por década, es decir, un grado en treinta años. Esto es algo que ocurre desde los años sesenta y en la República Checa la subida es de poco más dos grados por década.
