Un encantador museo del pan de jengibre cuenta la verdadera historia de Hansel y Gretel
El Reino del Pan de Jengibre de la localidad de Ráby se propone contar una versión original sobre el famoso cuento de Hansel y Gretel en un entorno mágico y lleno de tradición para transmitir a sus visitantes una historia que vale la pena escuchar.
Niños y adultos por igual se perderían con gusto en este mundo lleno de sabores e historias que invitan a soñar. Resulta que el Reino del Pan de Jengibre de Ráby, ubicado a diez kilómetros de Pardubice, en el valle del Elba, comenzó a recontar la historia de Hansel y Gretel desde 2003 a través de una historia muy original.
Este pequeño reino de armas y recetas deliciosas abre sus puertas cada primavera con un evento muy especial: el fin de la hibernación de la bruja. Durante el festejo se pueden realizar visitas guiadas para descubrir el sabroso mundo de la elaboración del pan de jengibre y, también, disfrutar de un tradicional plato de cerdo asado. La relación entre este plato y la bruja del famoso cuento de Hansel y Gretel es explicada por el fundador del museo, Luděk Šorm.
“Al contrario de lo que estamos acostumbrados a escuchar, lo que le gusta comer a la bruja no son niños pequeños, sino cerdo. Por eso, en nuestro evento se puede ver un cerdo asado a la parrilla, y hemos traído a un carnicero que muestra la elaboración de longanizas de hígado (jitrnice) y carne de cerdo. Es interesante notar que hoy en día pocas personas aún saben cómo se hace, pocos tienen la oportunidad de verlo. Así que es una experiencia interesante”.
Según el fundador del museo, la versión clásica de esta historia fantástica no es la más acertada. Así lo contó a RPI.
“Nuestro reino del pan de jengibre hace referencia al cuento Hansel y Gretel de los hermanos Grimm, conocido en todo el mundo. En su versión checa, los niños se llaman Jeníček y Mařenka. Según nuestra versión, la verdad es que los niños no se comportaron nada bien. Además, nos preguntamos por qué la bruja vivía en una casa de pan de jengibre… La gente suele pensar que es porque ella quería atrapar niños, sin embargo, de ser así, no viviría en el medio del bosque, sino cerca de una escuela, ¿no? La verdad de la historia es que la bruja no era otra cosa que una fabricante de pan de jengibre”.
La originalidad de la versión de Šorm busca inspirar valores más altos entre el público infantil, que entre bocado y bocado de las delicias especiadas, pueden comprender la importancia de ser educado.
"Esta es la idea principal de nuestro museo del pan de jengibre, y les explicamos a los niños allí que Jeníček y Mařenka se portaron mal, que el problema no fue la bruja, que hace pan de jengibre, sino los niños, que entraron a la casa sin golpear la puerta, sin preguntar y sin saludar a nadie. Si hubieran pedido cortésmente un pan de jengibre, la bruja les habría dado uno, ¡eso es seguro! Y ella les habría mostrado cómo hacer pan de jengibre. Pero, por desgracia, fueron muy maleducados”.
El proyecto del museo está enteramente fundado sobre la idea de recontar este clásico de la literatura infantil. Šorm detalló los orígenes de su idea en conversación con RPI.
“El proyecto nació en la década de 1990, con el objetivo de un producto pensado para los turistas. La ciudad de Pardubice tiene dos fenómenos fuertes: las carreras de caballos y el pan de jengibre. Sin embargo, el fenómeno del pan de jengibre aún no se explotaba y los distintos fabricantes operaban entonces de forma aislada, compitiendo entre sí. Mi amigo y yo, por lo tanto, hemos inventado varias atracciones turísticas relacionadas con el pan de jengibre: el Museo del Pan de Jengibre, los festivales del pan de jengibre, el baile del pan de jengibre, el catastro de las propiedades del pan de jengibre, las especias, el registro civil del pan de jengibre, etc.”
Además, el emprendedor explicó cómo llegó a seleccionar una locación tan especial para su mágico proyecto.
“En 2003, tuve la oportunidad de realizar este proyecto en un antiguo castillo debajo de la montaña 'Kuňka', cerca de Pardubice. Este pequeño castillo, que data de 1882, parece una cabaña de troncos. Así que lo llamamos "Casa de pan de jengibre" y establecimos nuestro museo del pan de jengibre allí”.
La fabricación de pan de jengibre en Pardubice constituye una de las tradiciones más importantes de la región, ya que sus orígenes datan del siglo XVI, cuando el reino de Vojtěch de Pernštejn administraba las riquezas del territorio. La actividad era tan destacada en el área que una de sus calles se llamaba Perníkářská, es decir, la calle de los fabricantes de pan de jengibre. Hasta el día de hoy, estos especializados panaderos guardan con gran recelo sus fantásticas recetas, aunque se sabe que la original consistía de miel, harina y pimienta. Es este último ingrediente, "pepř" en checo, es el que dio nombre al producto, primero llamado "peprník", que luego derivó en "perník".
La relevancia del pan de jengibre en la región
Šorm destacó que el pan de jengibre de Pardubice es un producto destacado por poseer su denominación de origen protegida.
“El pan de jengibre de Pardubice es un fenómeno muy conocido, y también es el único producto en toda la región que se beneficia de una etiqueta que los señala como producto de origen protegido. Por lo tanto, la indicación 'Pan de jengibre de Pardubice' es conocida, importante y, sobre todo, protegida, lo que significa que fuera de la región está prohibido vender productos con el nombre 'Pan de jengibre de Pardubice”.
Šorm también se explayó sobre los orígenes del término que le da nombre a esta deliciosa especialidad.
“Originalmente, el término 'Pardubický perník' era un término burlón usado contra los habitantes de Pardubice, ya en el siglo XVI... Y a finales del siglo XIX, incluso comenzó a publicarse en Pardubice una revista humorística llamada 'Pardubický perník'. Hay varias leyendas que explican el supuesto origen de esta broma. En cualquier caso, en 1903, cuando se celebró la Gran Exposición de Bohemia Oriental en Pardubice, las mujeres de la organización Sokol tuvieron una idea y dijeron: 'Si la gente usa pan de jengibre para burlarse de Pardubice, haremos la broma pesar sobre ellos’. Y así ofrecieron el pan en la exposición como especialidad culinaria regional. Más tarde, la fabricación industrial de pan de jengibre también recuperó como concepto de marketing lo que en un principio era una burla”.
A su vez, el creador del museo, dejó en claro que, si bien el proyecto tiene un fin turístico, su idea es también dar una lección que sirva a todo visitante.
“Diría que nuestro negocio en su conjunto tiene un propósito en gran medida educativo, aunque solo sea porque los visitantes se van con una lección de vida: cuando saludas, llamas antes de entrar y preguntas educadamente, entonces te tratan bien. Me parece mucho mejor que difundir el odio con la idea de que la bruja es mala y punto”.
Una lección sobre modales
La inversión del popular cuento de hadas a manos de Šorm y su ingenio parece haber tenido una motivación en el lenguaje checo, según relató a RPI:
“Es obvio que la historia de los hermanos Grimm está contada desde el punto de vista de los niños, es decir, ¡de unos ladrones! Desde su punto de vista, la bruja era mala, porque no les permitía robar. Pero en nuestra interpretación, mostramos la historia desde el punto de vista de la bruja, es decir, desde el punto de vista de la persona que ha sido agraviada, robada. No es cierto que quisiera comerse a los niños; es solo una excusa. En verdad, quería meterlos al horno, porque en checo hay un proverbio: 'Kdo lže, ten krade a do pekla se hrabe' ('Quien miente, roba y se arrastra al infierno'). Entonces ella quería enviarlos al infierno pasándolos por el horno en llamas. Es por eso que en el sótano de nuestra casa de pan de jengibre podemos visitar el infierno, con demonios que alientan a la bruja a empujar a los niños al horno y escribiendo en un registro todas las maldades hechas por Jeníček y Mařenka”.
Otro evento destacado de la región se llevará a cabo el 8 de mayo, en el que se celebrará el encuentro de los pequeños Jeníček y Mařenka, seguido por la cosecha de miel el último fin de semana de junio.
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