Klaus apoya desarrollo de energía nuclear
El presidente de la República Checa, Václav Klaus, se manifestó a favor del desarrollo de la energía nuclear como una de las fuentes de energía con mayor perspectiva en el país.
"En cada oportunidad debemos tratar de explicarles a nuestros vecinos austriacos nuestra postura frente al aprovechamiento de la energía atómica. Pero también debemos defender nuestro apoyo al desarrollo de ese tipo de energía. La República Checa necesita energía y no permitiremos que alguien trate de aprovechar el tema populista del supuesto peligro de las plantas nucleares persiguiendo objetivos políticos propios", recalcó Klaus.
El futuro del sector energético en el país es uno de los temas sobre el que últimamente se realizan arduos debates. Mientras que el Gobierno prepara un nuevo concepto de la política energética, el opositor Partido Socialdemócrata intentó sin éxito imponer la semana pasada en la Cámara Baja que en el futuro sea el Parlamento y no el Gobierno quien decida sobre el desarrollo energético del país.
El economista Vladimír Dlouhý, miembro de una comisión independiente de expertos que elabora diversos análisis para el Gobierno, está convencido de que en un futuro próximo la República Checa necesitará de la energía nuclear.
Según Dlouhý, existen sólo dos caminos para cubrir la creciente demanda energética. Es posible orientarse a las plantas de carbón y eliminar los límites para la extracción del lignito. En ese caso, el país violaría las normas de protección del medio ambiente. Otra vía es el desarrollo de la energía atómica, que no afecta el entorno. "En caso de que el Gobierno se decida por esta vía, no debería vacilar con el inicio de la edificación de nuevas plantas electronucleares si no quiere que alrededor del año 2020 haya una seria falta de energía eléctrica en el país", insistió el economista Dlouhý.
El oficialismo rechaza no obstante semejantes argumentos. El vice primer ministro, Martin Bursík, del Partido de los Verdes, señaló que el país produce actualmente mucha más energía de la que necesitará dentro de unos 15 años. En opinión de Bursík, el futuro de la política energética radica en un mayor ahorro de energías y en el máximo aprovechamiento de fuentes renovables de energía.