Desde México al rescate de la poesía checa
Miguel Ángel Flores es un mexicano estudioso y amante de la literatura checa que ya publicó una antología titulada Poetas Checos del Siglo XX y tiene otra en imprenta, sobre Vladimír Holan, que aparecerá pronto. Su actual misión es rescatar del olvido a Vítězslav Nezval, su escritor checo preferido.
En español existen pocos libros dedicados a la poesía checa. Paliar esa carencia es una de las principales motivaciones del investigador, escritor y crítico Miguel Ángel Flores, profesor de la Universidad Autónoma Metropolitana de México, quien publicó el año pasado, en la editorial Letras Vivas, la antología Poetas Checos del Siglo XX.
Además de ese volumen, Flores ya entregó a imprenta el que será su segundo libro sobre poesía checa: una antología con los mejores versos de Vladimír Holan, uno de los poetas checos más reconocidos a nivel mundial.
Flores se encuentra estos días en Praga, en un trimestre de investigación, recopilando información para el que será su siguiente trabajo: una antología sobre Vítězslav Nezval, protagonista de las vanguardias culturales de las décadas del 20 y el 30 del siglo pasado y una de las grandes figuras del surrealismo mundial. Flores considera que Nezval es el gran olvidado de la poesía checa.
“Hace ya cinco años que trabajé con dos hispanistas checas y preparé con ellas una antología, Poetas Checos del Siglo XX, y una selección de poemas de Vladimír Holan. Un libro ya está publicado, el otro está en prensa. Entonces, como no se conocen a los poetas checos en México, decidí que hay un poeta que siempre me ha entusiasmado mucho, claro que yo lo leí en traducciones en francés, sobre todo, que creo es uno de los poetas más importantes de la modernidad del siglo XX: Vítězlav Nezval. Entonces, en esta ocasión vine a Praga a iniciar los trabajos para publicar un libro sobre Nezval semejante al que hice sobre Holan”, sostiene.
Miguel Ángel Flores comenta que es muy difícil traducir poesía, especialmente del checo, y que con Nezval el trabajo no ha sido nada fácil.
“He trabajado estas traducciones con hispanistas checos, personas que conocen bien la lengua checa y que tienen conocimientos suficientes del español. Me proporcionan versiones directas y después discutimos sobre cada poema todo lo que haya que ver. Algunos poemas presentan muchas dificultades para pasar al español si uno no quiere alterar lo que el poeta dice. Y una vez que tenemos lo que se llama la materia prima, sobre eso yo me encargo ya de hacer sobre ellos un trabajo de precisión de modo tal que los textos se lean como si hubieran sido escritos en español”, afirma.
Respecto a la acogida del libro Poetas Checos del Siglo XX en su país, afirma que dicha antología fue todo un éxito y ya se agotó, principalmente porque en México se conoce poco y mal la poesía de estas tierras.
“Lo que sé es que la acogida ha sido bastante buena. Se hicieron mil ejemplares de esa antología y en casi cuatro meses se agotó el libro. Sobre todo porque la poesía checa pues no se conoce nada en México y tenemos un público pequeño, pero siempre curioso, entonces el libro logró interesarlos”, indica.
Flores agrega que en México sólo se conocía la obra de dos poetas checos: Jaroslav Seifert, ganador del premio Nobel en 1984, y Vladimír Holan, de quien se publicó, en los años 60, el poemario Una Noche con Hamlet. Gracias a su antología, ahora se conocen otros nombres y el interés sigue creciendo.
“En México se conoce a Jaroslav Seifert, por obvias razones, y Vladimír Holan. Ambos han quedado como los dos poetas checos por excelencia, pero la gente siempre ha querido saber más, que más hay en poesía checa. Es una recopilación canónica, es decir, figuran los autores que han sido los más representativos de varias corrientes en el siglo XX, y logró interesar al público”, puntualiza.
En Poetas Checos del Siglo XX la escritora más joven es Kateřina Rudenčová, de 30 años. Al lado de ella están las figuras más destacadas de la poesía checa, nombres que además de Holan, Seifert y Nezval, incluyen a autores como František Halas, Jiří Orten, Karel Teige y Konstantin Biebl.
¿Cuándo y cómo nació el interés de Miguel Ángel Flores por la poesía checa?
“Desde muy joven. Había en México un periodista, crítico de arte muy importante, que nunca me llegó a explicar por qué, pero vivió en Praga un año y llegó a escribir un pequeño folleto muy bello sobre la ciudad de Praga y él nos hablaba, daba charlas en la escuela cuando yo estudiaba en el liceo. Hablaba sobre la ciudad de Praga, que le maravilló. Él conoció a Nezval, estuvo aquí un año antes de que muriera Nezval, en el 57, pero es una historia muy larga de por qué nació mi interés en la poesía checa”, responde.
Miguel Ángel Flores ha publicado cerca de diez libros de poesía de su propia cosecha en México, aunque agrega que ya no quiere publicar más, e insiste que Nezval es, lejos, su poeta checo preferido, pero también nombra a otros, en su particular canon.
“Nezval sobre todo. Después Vladimir Holan, que para mí es el poeta del dolor, un poeta esotérico que me interesa mucho. Y los poetas que acompañaron a Nezval, como Karel Teige, Konstantin Biebl, Neumann, que son poetas que me han gustado mucho. Y, curiosamente, también me han gustado los poetas católicos. Hubo aquí una corriente de poetas católicos muy interesante que por supuesto fue suprimida su existencia, entre comillas, digamos, a partir del comunismo. Poetas como František Halas me han interesado mucho”, enfatiza.
Flores dice estar desencantado con el conocimiento que tienen los propios checos de sus poetas y reivindica el nombre de Nezval, manchado por problemas políticos.
“Lo que me encuentro ahora es que Nezval es un poeta maldito entre los checos. Siguió el camino que siguieron todos los de su generación. Estuvieron cerca del comunismo en los años 30, y luego como Nezval, que vivía en un país donde toman el poder los comunistas, pues se acomodó, como muchos de su generación y de todos los países, se acomodó a las circunstancias. Entonces ahora le reprochan mucho esa parte de su vida y la verdad es que lo que él escribió durante el socialismo no tiene mucho interés”, señala.
Flores invita a los checos que lean a Nezval sin prejuicios, ya que ante todo, se trata de un gran poeta. Nezval fue protagonista de los movimientos renovadores del arte las primeras décadas del siglo pasado y su obra, según Flores, es incluso superior a la de André Breton, el padre del surrealismo.
“Aquí en la República Checa yo no sé qué tanta aceptación tiene Nezval, los checos con los que he hablado muchos hablan mal de él sin leerlo, hay que hacer la aclaración, y yo les insisto que Nezval es uno de los más grandes poetas de la modernidad del siglo XX. Lo que escribió y lo que meditó sobre la poesía es superior a lo que hicieron los franceses”, dice.
Después de publicar esta antología sobre Vítězslav Nezval, Flores ya tiene otro proyecto en ciernes: la publicación de un libro antológico que incluya exclusivamente poetas checos vivos, es decir, una recopilación que ofrezca un panorama más actual de la vibrante y siempre en ebullición poesía checa, de la que se reconoce adicto.
Lo que también será pretexto para volver a Praga, ciudad que le encanta.