Pintor cubano refugiado en Praga le da un giro al realismo socialista
Mario Ismael de la Paz Roa es un artista plástico cubano radicado en la República Checa que inaugura su primera exposición individual en Praga, titulada Ismo-Real-Ismo, que se apoya en el realismo socialista para denunciar las fallas en el proceso político de su país.
Llegó a Praga gracias a una invitación, para mostrar su arte, pero además porque quería abrir sus alas al mundo, según dice. Le gustó acá, se fue quedando y ya lleva tres meses. Ahora está en calidad de refugiado político, solicitando asilo, y si todo le resulta bien, pretende quedarse durante mucho tiempo en la capital checa.
Mario Ismael de la Paz Roa dice que Praga le inspira y por eso está feliz de inaugurar este miércoles, a las 18 horas, en el bar y galería de arte La Casa Blů, su exposición Ismo-Real-Ismo, que estará abierta al público hasta el 29 de septiembre próximo.
“Esta muestra es un fragmento de las cosas que he ido haciendo últimamente como serie, dentro de mi producción artística, basada en un estilo que se dio en Rusia, que es el realismo socialista. Y bueno, como vengo acá desde Cuba, es un estilo muy propio que he absorbido para un poco ser cronista de las cosas que pasan allá y bueno, reflejar algunos personajes épicos y característicos de esta sociedad”.
Sus cuadros son óleos sobre tela de grandes dimensiones, en los que intenta congelar momentos de la vida cotidiana de la isla, como explica.
“No tanto como contar sino congelar algunas imágenes bajo la pincelada del realismo socialista, que fue un movimiento promotor de lo que estaba pasando en en la sociedad rusa, he ahí la conceptualidad, querer reflejar el surgimiento de un nuevo movimiento y la transfomación de una sociedad. Como concepto lo he retomado, tanto el estilo como la forma de expresión para congelar algunas imágenes y cosas que han ido pasando y sucesos que han ido pasando en Cuba”.
El realismo socialista nació para ensalzar los logros del socialismo. Mario de la Paz lo usa para denunciar y para mostrar la verdadera situación que vive su país.
“Nosotros lo aprovechamos desde otra óptica. En el fondo tiene algo de crítica, porque es una crítica social, sí, tiene cosas sutiles, mensajes con mucha sutileza, porque bueno, estos cuadros estuvieron expuestos en La Habana antes de venirse para acá, o sea que no es tan fuerte, en el sentido político, pero sí, y se manipula y se busca la segunda variante, la de ser cronista de una época también, que es muy importante, pienso. No es buscar parcialidades sino que aprovecharte de algo y descontextualizarlo a tu favor y darle un pequeño giro”.
El pintor, a pesar de ser refugiado político, no quiere dar una imagen de víctima y dice que los artistas en Cuba, como en cualquier otro país del mundo, se las arreglan para expresar lo que sienten.
“Ser artista en la Cuba actual no te voy a decir que es un fatalismo, para nada, porque se hacen cosas, siempre el artista busca el medio y el recurso para expresar, porque el arte es eso, es expresar, es llevar a la gente, al público lo que piensas y la forma en que lo haces y siempre encuentras recursos de cómo decir las cosas, de cómo llevarlas al público, y eso funciona para todo tipo de arte, en cualquier soporte”.
Respecto a los cambios políticos vividos recientemente en su país, Mario de la Paz es incrédulo.
“No sé qué decirte porque realmente he desconectado políticamente de Cuba. Pienso que no ha cambiado mucho porque el mandato sigue siendo el mismo. De cierta forma los artistas han estado condenados desde un discurso que hizo Fidel Castro que se llama Palabras a los intelectuales. Y por supuesto, toda tiranía manipula la información y manipula la creación, eso no pienso que haya cambiado mucho tampoco”.
Mario Ismael de la Paz Roa dice que se siente muy cómodo en Praga, que es una ciudad que invita al arte y a la creación y que en las obras que ha realizado últimamente ya se nota un cambio.
La exposición Ismo-Real-Ismo se exhibe hasta el 29 de septiembre próximo en la galería Julio Cortázar del bar-restaurante La Casa Blů, ubicado en Kozí 15, Praga 1. Este miércoles, a las 18 horas, se realizará la inauguración, con la presencia del autor.