¿Son solidarios los checos?
A pesar de los pronósticos pesimistas parece que la crisis económica no ha afectado la voluntad de los checos de ayudar a los demás. En la tradicional Colecta de los Reyes Magos, organizada desde hace nueve años, se ha recaudado en enero de 2009 la mayor suma de la historia: más de 2 millones 400 mil euros. Los habitantes de este país van aprendiendo a ser solidarios. De este tema hablaremos en la presente edición de A Toda Marcha.
Es sólo cuestión de tiempo para que la filantropía y el voluntariado lleguen a formar parte natural de la vida y de la mentalidad de los checos. Así opina Lucia Galíková, una de las coordinadoras de la Feria de Organizaciones No Gubernamentales que se celebra anualmente en Praga. Según Lucia, la gente tiene interés por dedicar parte de su tiempo a una actividad benéfica.
“Los jóvenes se interesan a menudo por estancias con trabajo voluntario en el exterior porque es una manera interesante de viajar y conocer a amigos nuevos”.
Lucia agrega que Europa Central en general se abre cada vez más a la esfera civil y sus actividades.
“Naturalmente no se puede comparar todavía con EE.UU., por ejemplo, donde la gente se dedica al trabajo voluntario desde la escuela básica. En este sentido nos queda bastante por hacer, pero creo que la sociedad checa es muy abierta y la situación mejora cada año”.
Radko Tichavský, cónsul honorario de la República Checa en México, confirma estas palabras. Según su experiencia, los checos deberían instar a la formación de grupos de voluntarios y a la transparencia en el sector sin ánimo de lucro.
“Pienso que la República Checa apenas está iniciando eso. Deben insistir bastante en formar voluntarios, hacer conciencia, hablar a la gente, construir las causas, diseminar la idea de la ayuda voluntaria a la gente que lo necesita y también aumentar bastante lo que es la transparencia porque cuando no hay transparencia en las Organizaciones No Gubernamentales es difícil hablar sobre la confianza. La gente confía y dona a una causa cuando está encabezada por una organización transparente que da cuentas de lo que recibió y en dónde lo aplicó”.
Por su parte, el director de la Academia Ecuménica Praga, Jiří Silný, apunta que en la República Checa existe un gran potencial para la sociedad civil. A mucha gente no le es indiferente el destino del otro y quiere ser activa, pero se enfrenta a dificultades relacionadas con la financiación de las iniciativas y el poco reconocimiento de parte de la representación política, que considera a menudo el sector No Gubernamental como enemigo en vez de colaborar con él, afirma Jiří Silný.
“Si contáramos con mejores condiciones y más disposición a la cooperación podríamos alcanzar mucho. Creo que seguimos cautivados por dos extremos económicos, el ´direccionismo´ estatal socialista y la liberalización absoluta. Es necesario encontrar una posición de centro donde podrían funcionar diversos tipos de economía. Existen muchos modelos, pero se aplican poco”.
Las Organizaciones No Gubernamentales coinciden en que los checos son bastante generosos al tratarse de ayudar a las víctimas de desastres naturales en el mundo. Radko Tichavský nos da su opinión al respecto.
“Sí, yo pienso que sí, pero veo que los checos podrían ayudar más a los propios checos que a lo mejor no viven en África o no están dañados por un viento huracanado, por un tsunami, pero igual están en condiciones desfavorables. Lo que falta es desarrollar este amor por el prójimo también en su propio país. Pienso que allí la República Checa puede crecer. Todo parte de la filosofía de la vida”.
Quizá no estaría mal hacernos de vez en cuando la pregunta: ¿Qué nos vamos a llevar de esta vida cuando ya no estemos y qué se quedará de nosotros en este mundo?