La crisis económica acorrala al Ejército checo
Al Ejército checo no se incorporarán nuevos reclutas al menos durante un año. Es la primera de las medidas que adopta la institución para hacer frente a la crisis financiera.
Datos precisos sobre quiénes tendrán que abandonar las Fuerzas Armadas y el momento elegido, no son aún de dominio público. El viceprimer ministro de la República Checa y ministro de Defensa, Martin Barták, solo ofreció algunas pistas recientemente.
“En el Ministerio de Defensa quienes más se verán afectados serán los funcionarios civiles y, mínimamente, los militares. En el Ejército, evidentemente, la mayor parte de los despidos afectarán a militares”.
A partir de 2011, la reducción del presupuesto será aún mayor, casi 550 millones de euros menos anuales con respecto a la suma con la que cuenta actualmente. Antes de que acabe el año, 3000 personas habrán tenido que abandonar el Ejército. Solo las unidades de ataque tienen ante sí una perspectiva de estabilidad. Los despidos afectarán a militares de todos los rangos. El nerviosismo en las filas es evidente, como explica Leoš Hlaváček, teniente de artillería.“Como todo el mundo, también los militares tenemos que pagar alguna hipoteca o devolver algún crédito. Cuando entramos en el Ejército, lo hicimos pensando que era un trabajo estable. Esta situación y la falta de información, nos hace sentir una gran inseguridad con respecto al futuro”.
El cese de unidades del Ejército, que afectará al 13 por ciento de su plantilla actual, será el mayor que sufren las Fuerzas Armadas checas desde 1997.