Mirek Topolánek abandona la presidencia del Partido Cívico Democrático
Mirek Topolánek abandona la presidencia del Partido Cívico Democrático, proseguirán las consultas sobre los cambios en el Gobierno de Fischer, crece el número de bancarrotas personales. Estos son algunos de los temas abordados por la prensa checa este viernes.
Lidové Noviny escribe que Topolánek fue presionado por la cúpula de su formación, que en vísperas de las elecciones parlamentarias teme perder a una cierta parte de sus votantes a causa de los problemas internos del partido.
Mladá Fronta Dnes señala que Topolánek dejará la presidencia el 12 de abril cuando se reunirá el Consejo Ejecutivo de los cívico-demócratas que debería confirmar el cambio. No obstante, este jueves Topolánek entregó ya las competencias de jefe del partido a Petr Nečas, líder electoral de la formación en la campaña para los comicios parlamentarios de mayo próximo.
La cuestión de mayor controversia fue quién debía dirigir el Ministerio de Medio Ambiente. Mientras que los socialdemócratas apoyan la idea de Fischer de entregar la cartera al ministro de Agricultura, los cívico-demócratas preferirían otra solución. Las conversaciones proseguirán así después de la Pascua, indica el matutino.
Lidové Noviny señala que el Ministerio de Educación decidió cambiar ese sistema, debido a que la mayoría de los niños extranjeros que viven en Chequia provienen de regiones pobres, como por ejemplo, Chechenia o países de África.
El Ministerio ha destinado por el momento casi 400.000 euros para estos cursos y ahora elabora un proyecto de ley para introducir los cambios en la legislación. Según los expertos, la plena integración de los niños extranjeros en la sociedad checa no será posible sin que se les facilite dominar el idioma de este país, recalca el periódico.
El número de checos que no logran pagar sus deudas continúa aumentando, escribe Právo. Para prevenir la confiscación de sus bienes, muchos se declaran en quiebra personal.
Durante el primer semestre de este año han recurrido a ese paso casi 2.000 checos, mientras que durante el mismo período del año pasado en quiebra se declararon alrededor de 700 ciudadanos.
