Obras en la autopista D1 colapsarán el tránsito en Chequia

La autopista D1, la principal del país, cumplirá 40 años este martes. El mejor regalo fue el anuncio de que el año próximo empezarán obras para la reconstrucción total de unos 160 kilómetros de carretera.

Inaugurada en los años 70 con bombos y patillos por los líderes del régimen comunista, la autopista D1 se proyectó para comunicar Praga y Bratislava, las principales ciudades de la extinta Checoslovaquia.

La poca densidad del tránsito en los años 70 no afectaba mucho a la principal vía de comunicación del país. Sin embargo, después de la caída del comunismo en 1989, que significó la apertura de las fronteras y una mayor circulación de camiones dejó claro que la carretera ya no responde a las necesidades del momento.

Si bien los especialistas afirman que la autopista fue diseñada con los parámetros de otra época, ese no es el único problema, según sostiene el experto František Lehovec.

František Lehovec
“La autopista está en malas condiciones, pero no por culpa de los constructores. Los problemas se deben al pésimo mantenimiento y al descuido por parte de los entes responsables”, sostuvo el experto.

El anuncio de la reparación de la autopista ha provocado sensaciones encontradas. Todos saben que la reconstrucción es indispensable, pero a la vez todos los conductores temen las grandes limitaciones que ello provocará porque no existen vías paralelas en buenas condiciones.

El propósito de la autopista es ofrecer a los conductores una circulación rápida y fluida, pero en la D1 es suficiente un accidente para que en unos minutos las colas alcancen decenas de kilómetros.

Mucha lluvia o nieve convierten la autopista en una peligrosa trampa para los conductores. Debido a las altas temperaturas a principios de junio la superficie de la autopista no aguantó y se levantó unos centímetros, lo que de inmediato complicó el tránsito durante varios días.

Los encargados de la reparación, y ampliación de algunos tramos, sostienen que las obras tardarán entre tres y cuatro años. Una reconstrucción similar tuvo lugar recientemente en la autopista A1 de Austria y todo transcurrió sin mayores complicaciones, indicó Jiří Švorc, director de la compañía Carreteras Checas.

Foto: www.ceskedalnice.cz
Los especialistas aseguran que a lo hora de comparar el trabajo no existe mayor diferencia entre Chequia y Austria, pero que el problema son los conductores, porque los checos no son tan disciplinados y tolerantes como los austriacos y por eso será necesario recurrir a la Policía de Tránsito.

Querida por unos y odiada por otros la D1es utilizada diariamente por unos 100.000 conductores, que a partir del próximo año tendrán que armarse de paciencia para circular por una autopista en la que la mayoría de señales de tránsito serán de reducción de velocidad y desvío.